Porque te quiero te odio

Dos tórtolos

Anclada en la comedia romántica de duplas más física y con el potencial de sus figuras protagónicas, los ascendentes Issa Rae y Kumail Nanjiani, Dos tórtolos (The Lovebirds, 2020), dirigida por Michael Showalter, es una entretenida propuesta que por momentos peca de corrección política aflatando su dinamismo y gracia y cayendo en lugares comunes.

Dos tórtolos
martes 26 de mayo de 2020
Leilani y Jibran (Rae y Nanjiani) están en crisis, pese a que día a día intentan reavivar su pasión, la rutina los ha ubicado en ese punto de no retorno que imposibilita otra cosa más que seguir cada uno por su camino para evitar continuar gritándose a la cara aquello que le irrita del otro y revolearse alguno que otro objeto. El día que toman la decisión de separarse se ven involucrados en una serie de sucesos inesperados que los llevarán a convertirse en prófugos de la justicia, criminales peligrosos y una pareja al borde de perder la vida en manos de una mafia siniestra. Claro está que todas esas situaciones los pondrán una vez más frente a frente y donde hubo fuego…Dos tórtolos arranca bien arriba, con la ciudad como escenario para las desventuras amorosas de ambos. En ella la cotidianeidad del espacio, propone el laberinto de calles, negocios y vehículos para viabilizar la progresión dramática y los temas que atraviesan la narración.Con el antecedente de sus protagonistas, era obvio que el humor sexual y racial sea parte de la historia, pero aquellas licencias para ir contra la corriente, presente en sus obras precedentes, terminan por suavizarse al punto de homogeneizar una historia que podría haber funcionado cuanto más picante y transgresora se la haya contado.Cuando el humor y la incorrección política toma de lleno el relato de Dos tórtolos, la acción se precipita y la estructura de rom com, abandonada en el comienzo, es superada por una trepidante sucesión de escenas que bien podrían por sí solas configurar mini sketchs de producciones solitarias.Ese es el problema que posee la propuesta, la casi perfecta funcionalidad de estancos narrativos que no terminan de fusionarse en un todo. Tal vez la cercanía de Michael Showalter con la televisión (Wet Hot American Summer, Search Party) imposibilita el desarrollo total de la propuesta. Así y todo, Dos tórtolos se disfruta gracias al enorme carisma de sus protagonistas, dos comediantes de raza que se ponen la propuesta al hombro y que funcionan como pareja en vías de extinción y que cuando cruzan diálogos se sacan chispas y se confrontan para ver quién es mejor que el otro en la pantalla.La ironía con la que muchas veces dicen sus diálogos, el irreverente sentido del humor asociado al conocimiento, en vano, de todos los reality shows habidos y por haber, los chistes asociados a la cultura popular y algunos momentos de lucidez temática como cuando la policía los observa en medio de su escape y sigue de largo “solo es un policía racista corriente”, dicen, realzan el sentido original de la propuesta un híbrido que pierde fuerza cuando deja de exponer a los personajes como centro de la acción.
6.0
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