Animales antes que humanos

Female Human Animal

Josh Appignanesi recupera el valor perdido del VHS con la onírica Female Human Animal (2018). La película filmada entre penumbras cuenta los surrealistas sueños que comienza a tener una curadora artística luego de presentar la obra de la pintora Leonora Carrington.

Female Human Animal
martes 24 de abril de 2018
Female Human Animal, ubicada en la sección internacional, reúne todas las condiciones para poder ser emitida por el canal Isat algún día. Indescriptible mediante palabras, lo más exacto a definir la creación de Josh Appignanesi es asemejarla al primer cine de Michael Haneke (El séptimo continente, (Der siebente Kontinent, 1989), 71 fragmentos de una cronología al azar (Fragmente einer Chronologie des Zufalls, 1994) y Cabeza borradora (Erased head,1997). La onírica experiencia nos traslada hacia el universo psicótico de la novelista y curadora Chloe. Sueño, imaginación y realidad se fusionan hasta crear este surrealista relato que tiene como trama a un hombre que sigue a Chloe hasta convencerla de salir con él. Su argumento parece sencillo, pero entre medio de esos dos hechos se suceden largas secuencias de gatos negros con humanidad en sus ojos, cuadros enajenantes y una casa hundida en la oscuridad de sus paredes.La impronta de esta arquitectónica pieza estética se encuentra en el uso del VHS y su relación de aspecto al básico 4:3. El director no solo la utiliza como mero control narrativo, sino que rescata el sentido artístico de rodar con la video cámara. Appignanesi da varias lecciones de creatividad al moldear cromas, resaltes, tonos y paletas de colores distintos gracias a la técnica predilecta en los años 90. Los nacidos en aquella época disfrutarán del mejor rewind hacia la esencia del “cine aficionado”.Otro destacado merece el sonido, el cual es utilizado por el realizador para ponerle voz a la oscuridad y así terminar de conformarle identidad a las pesadillas de Chloe. La música (representativa del cine de Darío Argento) acciona como objeto obturador de la realidad con el fin de darle paso a la pesadilla. En otras palabras, es la frontera entre el mundo real y lo desconocido. Puede que el film sea uno de los que mas honores le rinda al (20) BAFICI por su grado de independencia. Su fórmula no depende de nadie, y el director actúa con la pasión necesaria para sacar adelante una narración tan inclasificable como única.
6.0
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