En movimiento

Sonido mestizo

El cine documental que recopila un movimiento o estilo musical se ha permitido convertirse en un género propio. Claro que en muchas oportunidades el sentido real de su origen termina confundiéndose con una propaganda publicitaria para vender ediciones compilatorias o “grandes éxitos”, sin ningún otro sentido. En cambio Sonido mestizo (2017) de Pablo Mensi, propone un recorrido diferente que escapa convencionalismos y busca, a partir de una investigación sobre la música étnica, la amazonia, y sus influencias en los jóvenes intérpretes y compositores, el retratar un fenómeno que viene impregnando la música ecuatoriana actual sin freno.

Sonido mestizo
domingo 23 de abril de 2017
Los mecanismos utilizados por Pablo Mensi para poder atravesar la historia de la música de Ecuador son diversos, porque si bien está presente la entrevista tradicional: cámara apuntando al interlocutor, quien está sentado en un sillón o de pie, relatando anécdotas y erudición; hay otras funciones buscadas desde la pantalla que superan esa intención del registro, como la incorporación del grafiti para anclar el nombre del músico.Otro movimiento que se resuelve con grandeza es el espíritu de viaje que se propone. La música ingresa en los oídos desde el paisaje, los sonidos atraviesan el lienzo y se fusionan con la imágenes de carreteras y montañas, toda una experiencia cinematográfica que potencia la versatilidad de la música y de cada uno de los músicos que prestan su voz y arte a la propuesta. En ese viaje, en esa perfecta fusión, todo fluye, y el folklore comienza a sumarse a la idea que al pasar dice uno de los protagonistas: “la música tiene que ser dinámica”, y Mensi comprende ese mensaje a la perfección, poniendo en acción planes para que todo se dirija hacia el mismo lugar.Si uno recuerda Zonda, Folklore Argentino (2015) de Carlos Saura, que no terminó de funcionar al compilar en compartimentos estancos los estilos, acá la resolución viene dada por el movimiento, al dejar que todos relaten en primera persona sus experiencias, se incorpore el videoclip, y el archivo quede fuera de la propuesta. La cámara en constante movimiento, el registro de recitales, o los número armados ante el lente; sirven para que cada idea expresada en palabra se fije aún más, y la percepción total de Sonido mestizo se consolide.Los músicos cantan y pintan, bailan y declaman, se ríen y proponen, los cuerpos están en constante movimiento como el director, que logra empatizar con su tema y se sumerge en la inmensa marea musical de los defensores de la amazonia y de la construcción de la identidad a partir de ésta. La cámara envuelve a sus entrevistados, los rodea para obtener su expresividad, más allá de aquello que digan, porque justamente muchas veces la palabra decreta otra cosa, pero acá realmente se percibe lo que sienten.Sonido mestizo es un mapa contemporáneo sobre las influencias musicales que determinaron la defensa a ultranza de la tradición en los nuevos movimientos musicales emergentes, movimientos que no quieren que el pasado se escape entre las manos y que justamente, a partir de este documental, se ha logrado claramente.
7.0
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