Doctor esperanza

En un lugar de Francia

El título argentino En un lugar de Francia (Medecin de capagne, 2016) remite a un espacio mientras que el original es más preciso: habla de la campiña francesa. La importancia en la película es fundamental porque el campo ha sido representado de manera idílica en el cine francés desde Un día de campo (Une partie de capagne, 1936) de Jean Renoir, estableciendo personajes y vínculos particulares producto de ese entorno rural.

En un lugar de Francia
miércoles 27 de julio de 2016
Eso es lo que la doctora Nathalie (Marianne Denicourt) debe comprender cuando llega a colaborar con el respetado doctor Jean-Pierre (François Cluzet, Amigos intocables) a quien le diagnosticaron un cáncer inoperable. Jean Pierre asumió las costumbres y actitudes de la gente del lugar, la conoce y cree saber lo que necesita. Con ese conocimiento se mueve y rechaza los métodos “de manual” que implementa la doctora recién recibida.Como esas películas de personajes opuestos Jean Pierre se opone a Nathalie: él es terco, de pocas palabras, recio a compartir su saber y retraído a expresar sus emociones, mientras que ella es todo lo contrario, vital, dialoga con los demás y trata de aprender de las situaciones que se le presentan. Mientras él va perdiendo terreno -siguiendo con la idea del espacio- con el avance de su enfermedad, ella se adueña del territorio al ir ganando experiencia y conociendo a los habitantes de la comunidad.En un lugar de Francia se encuentra a mitad de camino entre el cine de narración clásica y el cine europeo moderno. Al apoyarse en la información suministrada al espectador (el cáncer de Jean Pierre), o representar sensaciones mediante el clima, tan agradable como hostil según la situaciones que atraviesan los doctores, responde a características del cine clásico; mientras que el no entender por qué Jean Pierre no pide ayuda por su enfermedad, o el mostrar los vínculos entre personajes sutilmente, son características del cine moderno planteadas así para que el espectador saque sus propias conclusiones.Con estos recursos asociamos el carácter de los protagonistas al escenario rural, siendo los primeros formateados por las rispideces y sensibilidades del lugar. Las decisiones comunes que toman en tanto doctores adquieren dimensiones épicas en la campiña: no alcanza con actuar de oficio, ser médico allí implica ser también consejero, psicólogo y Dios al mismo tiempo. Los dramas son tan internos como externos a los personajes y en el sortear obstáculos se reencuentran consigo mismos.De este modo la película dirigida por Thomás Lilti se suma a los films franceses que, con elementos mínimos (personajes comunes en situaciones extraordinarias) trasmite una serie de emociones universales que buscan la simbiosis con el espectador.
7.0
Te puede interesar
Últimas noticias
MÁS VISTAS