Audaz se eleva

El porno en general, y el argentino en particular, se ha convertido en objeto de análisis en este último tiempo, emergiendo de la marginalidad en la que fue muchas veces concebido para ser tomado con la seriedad necesaria para abordarlo académicamente. La película de Lisandro Leiva y Mariano Torres Negri es un documental convencional, trazado cronológicamente desde sus comienzos a la actualidad, pasando por la explosión en la década del ochenta con el vhs, para acercar datos conocidos y otros no tanto al espectador menos habituado a la temática.Lo que sucede es que no tenemos nada tabú -de un género tabú- en Audaz se eleva, ni su hipótesis ni su mirada son novedosas o arriesgadas más allá del tema o alguna que otra imagen controvertida para graficar la información: la película se limita a una aproximación narrativa a su producción, realización y difusión en el tiempo, todo tomado con una seriedad arrolladora con el fin de poner al género para adultos en materia de discusión. Los separadores entre las entrevistas -en un convencional tres cuartos perfil- buscan inyectarle dinamismo y fluidez a un trabajo esquemático en su estructura que se vale por la información proporcionada por los especialistas en la cuestión (los periodistas Hernán Panessi, Daniel Castelo, Diego Brodersen, el programador Fernando Martín Peña o el director Victor Maytland), y las imágenes de archivo adquiridas de indudable valor histórico.