Sin rumbo en la patineta

Te prometo anarquía

Una historia de amor gay entrelazada con el tráfico de sangre son los dos temas por los que transita Te prometo anarquía (2015), fallida película en la que Julio Hernández Cordón no define ni el tono adecuado, ni que historia quiere contar.

Te prometo anarquía
sábado 07 de noviembre de 2015
Miguel y Johnny son amigos desde siempre. Son jóvenes, de clases sociales diferentes, ambiguos sexualmente, se drogan, tienen sexo entre ellos (uno también con una chica), patinan y venden sangre a una red que se dedica al tráfico ilegal de ésta. Todo parece estar bien hasta que un día las cosas se complican. El principal problema al que se enfrenta la película es a una indefinición en saber lo que quiere contar. Ese deambular entre la historia de amor de dos amigos que no paran de experimentar sexualmente y el negocio de la venta de sangre hace que Te prometo anarquía nunca encuentre el tono y todo se vuelva difuso, superficial y tratado con leves pinceladas. Nada es abordado con profundidad, todo se mezcla y se vuelve insosteniblemente banal. Te prometo anarquía no es más que un fresco de color confuso, ya visto en miles y mejores películas (Larry Clark, Gus Van Sant...), donde los temas son expuestos pero no desarrollados, las historias no se definen (ni tampoco los personajes), en muchos casos con resoluciones forzadas, y todo deriva en una suerte de caótica anarquía cinematográfica.
4.0
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