Alfonsina

Alfonsina nació en Suiza y luego se mudó a la provincia de San Juan en Argentina, donde comenzó su infancia y luego se mudó a Rosario, que también fue un lugar que la marcó mucho. Una vida familiar atraída por las letras y la poesía, por sobre todas las cosas, antes que abocarse únicamente a sobrevivir en el trabajo, en una época donde las mujeres no tenían los derechos ni la posibilidad de participar en la sociedad. Ahí ella comienza a dar la voz a esa diferencia y enfrascar su lucha. De esto habla el documental, con un exquisito y altivo material histórico, con imágenes que llegan a ser casi una puesta en escena experimental y muy bien trabajadas para ver con claridad el pasado en sus formas de vida.Sin embargo, sucede que el uso de entrevistas, mezclado con los versos, comienza a generar cierta distancia en el espectador. En lugar de sentir mayor cercanía o vivir los versos, aparece de manera constante una entrevista con la necesidad de traer realidad, como si fuera necesaria la aprobación de una voz que nos asegure lo dicho y lo vivido. Es un recurso utilizado en la mayor parte de la película, y comienza a provocar así cierto despegue de lo que sucede. A ello hay que sumarle la voz over de su propia nieta, demasiado estilizada y propia de un proyecto más institucional -o demasiado formal y sobreactuada- para la primera persona. Y aún más se percibe cierto vacío a la hora de colocar imágenes que acompañen los versos escuchados. Se ilustra con cierta facilidad o descansando sobre el material histórico. La cuestión del tono tan emblemático, termina siendo un problema. Su lucha feminista, su aun moderna expresión, su inmortalidad, y cada poema, se ven como algo positivo desde el primer minuto, y más allá de lo que uno pueda pensar, no construye curiosidad para dejar que su obra la lleve a esa cumbre alcanzada.A pesar de esos detalles, es un material muy importante a ser conocido. Son hallazgos muy notables, las fotografías en blanco en negro son de lo mejor. Tal vez la mejor parte sea la que habla de su relación con Horacio Quiroga. Lo mismo que todos los retratos de ella. Las recreaciones subjetivas -sobre todos las llevadas a cierto género de suspenso y terror- están hechos con precisión. Lo mismo que la aparición de su nieta, y la música por supuesto. Lamentablemente cierta postura pre-concebida terminan por desdibujar tan atractiva realización.