Todo sobre mi madre

¡Asu Mare! La película

El 28 de julio se conmemora un año más de la independencia del Perú y por ello la embajada peruana en Argentina realiza una serie de actividades para celebrar las Fiestas Patrias en Buenos Aires. Entre ellas, en el cine Gaumont se presentó la película más taquillera del cine peruano: ¡Asu Mare! La película (2013) dirigida por Ricardo Maldonado. Una comedia familiar que recrea el stand up del reconocido actor peruano Carlos Alcántara que gira en torno a la figura de su madre.

¡Asu Mare! La película
Con humor local y saltos temporales, la película cuenta la historia de un niño que creció en un barrio clásico de Lima y que sin talento aparente o futuro prometedor, logra salir adelante y tener éxito. Pero siempre amparado, dominado y ensalzado por la figura pintoresca, risible y entrañable de su madre. Con ese elemento el film logra la empatía rápida con el espectador. Pero vale saberse que este proyecto tuvo un estudio de mercado (lo cual se refiere a un desarrollo de producción guiado por el marketing con fines de conseguir una fórmula que haga que el público asista masivamente), dato útil para entender por qué se hayan tomado determinadas decisiones narrativas y estilísticas. Explica que su centro de gravedad sea el stand up que habla de la nostalgia por un ser familiar, y el propósito de mover al espectador por aquellos linderos emocionales propios de un spot publicitario. Lamentablemente todo hace que en cuestión cinematográfica se tenga muy poco. Una idea original, que termina siendo muy plástica, la puesta en escena es acartonada, la iluminación propia de un set de televisión y sobre-confeccionada, sin estilo propio, y la voz en off que organiza el relato va de moraleja en moraleja, como si tuviera no solo la idea trillada de dejar un mensaje sino de querer demostrar la clave del éxito. Lo que sería ser un hombre exitoso en Lima. Y en ese camino de meloso positivismo, cae en terrenos comunes, y el guion pierde su forma al resolverse todo con el stand up. Se desaprovecha lo que podría haber sido un viaje autobiográfico rico y atractivo. Lo único que se tiene son los saltos temporales aleatorios y un montaje plagado de golpes emocionales solo vistos en una publicidad (como si se si se estuviera en un spot por el día de la madre) sin poder entrar nunca en la narración, pues no hay golpes dramáticos ligados íntimamente al cine. Sin duda lo que más resta es el stand up. Uno siente haber asistido a la grabación en vivo del mismo, y no a una experiencia cinematográfica. Y eso se debe por la falta de una cuota de realidad. Aunque estemos en una plena subjetividad o en un mundo fantasioso lo que falta aquí es un prurito de realismo. Todo se queda entre la parodia y el clip musical, y más con la voz en off que reitera lo visto, sin generar preguntas o dudas al que ve. Así se tiene una mirada plana y superficial. Todo se siente muy armado y construido para el lucimiento de la figura del actor. Peor si uno ya se conoce el show y la exitosa carrera de Carlos Alcántara, pues los gestos, las acciones, las bromas, las risas montadas, y las anécdotas de la madre y demás, terminan por aburrir de lo reiterativo, y con la sensación de estar frente a un producto televisivo. Tal vez los 30 minutos finales sean un giro inesperado que atrapen al espectador, pero es un giro más de impacto telenovelesco y nuevamente de superación estilo-libro-de-autoayuda. Al final todo carece de verosimilitud y uno sólo puede quedarse con las situaciones risibles y un poco más. ¡Asu Mare! La película será recordada por sus números y el haber concebido una película como un producto, y no por las puertas que abrió para una industria en crecimiento. Lo que si abrió indudablemente son caminos para el negocio e inclusive sea un ejemplo de producción, pero uno sabe que esos no son los únicos motivos sobre los que descansa la magia del cine o por los cuales uno se hace cinéfilo. 
4.0
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