Ese pañuelo que perturba

Sofia

Christian Slater, Donald Sutherland y Timothy Spall le ponen el rostro a esta producción búlgara que lleva el nombre de una de sus ciudades, Sofia (Assassin's Bullet, 2012), un thriller de espionaje en donde una justiciera por mano propia (Mariana Stanisheva), asesina a cuanto terrorista pueda sin darse a conocer, por arrastrar un trauma de su infancia causado por un pañuelo árabe.

Sofia
miércoles 17 de abril de 2013
Una niña experimenta frente a sus ojos el asesinato de sus padres a manos de un terrorista musulmán. El fundamentalista que lleva una bomba en su maletín, porta un pañuelo árabe alrededor de su cuello, de ésos que usan los hippies por éstos lados. El trauma acoge a la menor en su madurez, y cada vez que observe un pañuelo de tales características, asesinará a su portador sin titubear.Por otro lado de esta historia, se encuentra el ex agente de la CIA Robert Diggs (Christian Slater), otro traumado por la accidental muerte de su esposa de la que sigue enamorado. Un día en un cabaret con su fiel compañero terapeuta (Timothy Spall), que trata a la joven en cuestión, se deslumbra por una odalisca de idéntico parecido a su amada. Mientras comienza a cortejar a la dama de fácil movimiento de caderas, tendrá la tarea de resolver el caso a pedido del embajador de los Estados Unidos, el Sr. Ashdown, interpretado por el inoxidable Donald Sutherland.Un argumento predecible es la excusa para hacer planos turísticos de la ciudad de Sofía, donde no faltarán las efectistas escenas de acción. En el medio se suceden los flashbacks, como recurso sorpresivo y esclarecedor (cuando no hay nada que aclarar), que terminan molestando en su reiteración constante, así como los fundidos en blanco que marcan la transición entre los mismos. Los movimientos de cámara bruscos, pretenden envolver al espectador en secuencias carentes de atractivo, pero lo terminan mareando sin justificación.Slater que hace rato viene haciendo films sólo tolerables con unas cuantas cervezas encima, redondea otra película despareja, de entretenimiento liviano (por no decir livianísimo) cuyo mayor atractivo es la ciudad donde transcurre la acción. Sofia se queda a mitad de camino entre el policial barato pero efectivo y el melodrama televisivo. Una apuesta difícil de equilibrar, cuyo resultado salta a la vista.
4.0
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