Más vale tarde que nunca

No fumar es un vicio como cualquier otro

No fumar es un vicio como cualquier otro (2005) llega a los cines argentinos tras su demorado estreno. Dirigida por el multifacético Sergio Bizzio –escritor, cineasta y músico- esta tragicomedia absurda, que cuenta con guión de él mismo y Lucía Puenzo (XXY, El Niño Pez), se permite reírse de todo y todos.

No fumar es un vicio como cualquier otro
martes 13 de septiembre de 2011
La estructura narrativa del film se centra en dos historias que se desarrollan en paralelo. La primera conformada por un matrimonio de fumadores compulsivos que de la noche a la mañana deciden dejar de fumar. Como consecuencia de dicha acción y producto de la abstinencia sus vidas tomarán los más insólitos carriles, llegando a límites en donde lo inverosímil se apoderará de ellos. La segunda historia focaliza en la relación entablada por una actriz retirada, que un día ve en la televisión que ha muerto en un terrible accidente cuando en realidad la muerta es una persona que lleva su mismo nombre, y el marido de la verdadera difunta, un asesino serial de jóvenes mujeres.Bizzio apela al relato coral para conformar el relato. Dos narraciones cuyas historias a priori solo tendrán en común el absurdo se unirán en un todo con muchos más puntos en común que diferencias. El absurdo está planteado desde la escena inicial y a partir de ese instante resultará imposible tomarse en serio todo lo que vendrá.De manera acertada el realizador juega con los géneros cinematográficos y casi en tono paródico homenajea a otros realizadores. Hay referencias al cine de Quentin Tarantino,  a los comienzos de Pedro Almodóvar, al Woody Allen de siempre, y al Martín Rejtman de Silvia Prieto, con personajes que parecen haberse escapado de películas clase B de los años 80 pero con una personalidad tan irreverente como solo un autor como Bizzio podría proporcionarles.Si en Animalada (2000) rompía con los límites de la corrección política al contar la historia de amor entre un hombre que destruye a su familia tras enamorarse de una oveja. En No fumar es un vicio como cualquier otro reconfirma que su búsqueda va más allá, permitiéndose, en tono satírico, hablar sobre temas que otros no se animan. Bizzio se permite todo y eso conlleva a que también uno como espectador todo le permita.Seis años tuvieron que pasar para que el público pueda disfrutar de esta película que a pesar del paso del tiempo no envejeció. Película que hoy resulta tan moderna, irónica, negra y patética como seis años atrás.
6.0
Te puede interesar
Últimas noticias
MÁS VISTAS