Resistiré

Sin escape

Nunca en el cine la trama del fugitivo fue utilizada tan originalmente como en Sin escape (Der Räuber, 2010). En la película de Benjamin Heisenberg no hay una sola persecución y, sin embargo, la historia acerca de este personaje tan escurridizo como resistente está plagada de tensión. Basada en una historia real.

Sin escape
lunes 12 de septiembre de 2011
Johann Rettenberger (Andreas Lust) cae preso por sus asaltos bancarios. El personaje nunca es juzgado por su accionar, hace lo que sabe hacer sin intenciones de perjudicar a secundarios. En la prisión corre en círculos como un hamster en su ruedita. El tipo se entrena como una máquina, pero no con el fin de ser imbatible, sino simplemente porque su esencia lo lleva. Robar bancos no tiene un motivo –o al menos nunca se lo explicita-: sencillamente lo hace. Este accionar lo transporta a ser consagrado en una maratón como deportista, pero también le traerá muchos problemas con la Ley.Sin escape es una película que se dedica a describir siguiendo de cerca a su protagonista. Como el personaje, la cámara está en constante movimiento, pero no se desplaza de un lado a otro sino en círculos. Johann está acorralado –el sin escape del título- pero en continuo movimiento. Los movimientos de cámara y la puesta en escena están a disposición de seguir de cerca al personaje, como si en un seguimiento persistente se pudiera descifrar sus decisiones internas y los motivos de su comportamiento. Pero también logra encerrarlo en su propia acción, acorralarlo, incomodarlo y aprisionarlo en su reiteración.El director elabora de esta forma un premio a la resistencia (como es demostrado en la carrera) y, a su vez, muestra cómo ese comportamiento es producto de una respuesta negativa de la sociedad. Así, en la primer parte, es la mujer que conoce el punto de referencia del espectador, generando empatía con ella y rechazando las actitudes del personaje, paradójicamente consagrado socialmente en la maratón. Mientras que en la segunda mitad del film, cuando la trama del fugitivo se impone, el espectador se identifica con el personaje, con sus astucias para eludir a la fuerza policial y su resistencia para no dejar de correr nunca, de por sí admirable.Un film inteligente en su construcción, que pone todo el dispositvo cinematográfico al servicio de describir la virtud de un individuo, independientemente de las connotaciones positivas o negativas que pueda tener luego. Y de esta manera, invita a la reflexión.
8.0
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