Una mariposa agita sus alas

Los crímenes de Oxford

La nueva película del prolífico director español Alex de la Iglesia es un ejercicio casi ajeno a su imagen de autor, que supo construir a fuerza de guiones que tenían mucho de cine Clase B, humor políticamente incorrecto, y cierta picaresca que –tal vez- tomó como herencia de la comedia española más popular.

Los crímenes de Oxford
lunes 11 de julio de 2011
Los crímenes de Oxford (The Oxford Murders, 2008) plantea a simple vista una pérdida de sus rasgos autorales, filtrados en el policial más clásico (las citas y ejes temáticos de Hitchcock son más que evidentes), la hermética novela Crímenes Imperceptibles del argentino Guillermo Martínez, y la presencia de un elenco multiestelar con Elijah Wood (Martin) a la cabeza.La película comienza con un curso que dicta un profesor en decadencia, un matemático que toma como punto de partida la filosofía de Ludwig Wittgenstein, quien sostiene que aquello que no puede conocerse queda fuera del alcance del pensamiento. Esta proposición dividirá con absoluta pasión la mirada sobre los “crímenes imperceptibles” que se irán desarrollando a lo largo del metraje, contraponiendo modos de proceder e imaginar posibles soluciones entre los personajes principales pero, especialmente, entre Martin y su admirado profesor.A través de la relación entre ambos se establecerán distintas conjeturas sobre la manera en la que debe ser solucionado el enigma, que remite a las Crónicas de Bustos Domecq de Borges y Bioy Casares, aquellos relatos en donde se podía llegar a una resolución sin estar en la escena del crimen. La película se torna plenamente disfrutable cuando se sostiene en esta vertiente del policial más clásico, si bien recurre a algunos estereotipos en la caracterización de los personajes, sobre todo los femeninos: una mujer rubia que representa un potencial peligro, y una mujer morocha (Leonor Watling) que aporta una cuota de sensualidad a la trama. Otro punto a favor es la solvencia técnica puesta al servicio del relato, podríamos sugerir como ejemplo el plano secuencia posterior al primer crimen, que enfatiza la proximidad entre víctimas y victimarios, causas y consecuencias. Ya saben: una mariposa que agita las alas...
6.0
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