Amazon Prime Video

Critica de "Muerte Muerte Muerte", un show que combina terror y comedia de Halina Reijin

Un grupo de jóvenes va a hacer una fiesta. Descontrol, alcohol, juegos, drogas. Un coctel visto en infinidad de películas estadounidenses como "Aquellos viejos tiempos" (Old school, 2003), "Superbad" (2007) o "Proyecto X" (Project X, 2012). Todo era diversión hasta que una muerte cambió el transcurso de la noche.

Critica de "Muerte Muerte Muerte", un show que combina terror y comedia de Halina Reijin
martes 07 de mayo de 2024

Muerte Muerte Muerte (Bodies Bodies Bodies, 2022) es otro exponente original de A24, productora que tiene la versatilidad de brindarnos gemas del cine de terror como X (2022) y Pearl (2022) o cambiar el tono al ritmo de Todo en todas partes al mismo tiempo (Everything everywhere all at once, 2022). El común denominador de esta empresa es evidente: apuesta por proyectos arriesgados y originales. En este caso, la segunda cinta de Halina Reijin sigue esa misma línea para deleitarnos con un show mortal que combina el crimen, el terror y la comedia.

Sophie (Amandla Stenberg) y Bee (Maria Bakalova) llegan a la casa David (Pete Davidson) con el fin de pasar una noche de juerga. Allí, además de recibirlas el mismo David y su novia Emma (Chase Sui Wonders), se encuentran con Jordan (Myha´la Herrold), Alice (Rachel Sennott) y Greg (Lee Pace), pareja de esta última. Tragos van, tragos vienen. Cocaína servida en la mesa. Celos. Miradas. Y una propuesta que cambiará el rumbo: un juego de roles denominado “Muerte muerte muerte”. Esta especie de “cuarto oscuro” consiste en que un “jugador”, sin que el resto lo sepa, es “el asesino” y va dejando “cuerpos” por toda la casa hasta que sea descubierto. Bueno, alguien parece que se tomó muy en serio el juego y allí es donde todo se complica.

Hay que ser concreto a la hora de hablar de la trama. El objetivo es la sorpresa. Desde el momento en donde todos los personajes están presentados emergen los conflictos personales y vinculares. Por lo tanto, cuando una noche de festividad se torna oscura, las presiones sacan a la luz todo tipo de problemas que tienen entre ellos. Como en Un dios salvaje (Carnage, 2011) o en The Party (2017), donde una reunión no termina saliendo del todo bien, Muerte, Muerte, Muerte da un paso más allá y combina de manera eficaz el conflicto de las relaciones interpersonales con el género del terror.

La cámara toma el rol atestiguar lo que está sucediendo, sin juzgar. Los planos son desde los ojos del espectador, nada de tomar lugar a través de la mirada de los personajes. Los jóvenes intérpretes, algunos más conocidos (Davidson de El arte de ser adulto, Senott de Shiva Baby o Bakalova de Borat, siguiente película documental) que otros, están correctos y mantienen en equilibrio la tensión y las cuotas de humor negro.

La joya de la cinta, el aspecto técnico que más se destaca durante esta hora y media, es el guión. Su manera de graficar el rol de cada personaje en apenas algunos minutos, de plantear el conflicto y generar varias vueltas de tuerca es maravilloso. Nosotros, espectadores, sentimos el mismo miedo e intriga a una pregunta que Agatha Christie supo explorar con el término whodunit.

Whodunit proviene de la contracción en una sola palabra del interrogante inglés “Who's done it?” ("¿Quién lo ha hecho?") y hace referencia a una trama dentro de la novela policíaca, en la que un enigma es su principal punto de interés. Profundizando, una variante del término whodunit, y la que más se vincula a Muerte Muerte Muerte, es el “misterio del cuarto cerrado”. Aquí el lector dispone de las mismas pistas que el investigador (los personajes) y, a su vez, las mismas oportunidades para resolver el crimen. Volviendo con el largometraje en cuestión, el guión de Sarah DeLappe, basado en una historia de Kristen Roupenian, toma apunte de todo esto, pero en clave de modernidad y crítica social.

8.0
Te puede interesar
Últimas noticias
MÁS VISTAS