Un gran circo

Agua para elefantes

Basada en el homónimo best-seller de Sara Gruen, Agua para elefantes (Water for Elephants, 2011) es una de esas películas que huelen a rancio. A pesar del buen nivel técnico, el film narra una historia que el cine mostró un sinfín de veces y, que más allá de los resultados adversos, Hollywood sigue empeñado en volver a contar.

Agua para elefantes
lunes 02 de mayo de 2011
El circo es el marco elegido para ambientar la historia sobre un amor prohibido entre los personajes de Robert Pattinson, cuya mayor virtud parece ser la inexpresividad, y la bella estrella del circo y esposa del malvado dueño, Marlena (Reese Witherspoon). Pattinson interpreta a Jacob, un joven muchacho que a principios de los '30 se va de su casa para subirse a un tren que no es otro que el circo de los hermanos Benzini, uno de los más famosos de la época. En pocos minutos, el galante muchacho comenzará a trabajar para el malvado August, interpretado por Christoph Waltz (al que alguna vez nos gustaría ver en otro rol) y en tan sólo días se ganará la confianza del villano para ser el entrenador de la elefanta que junto a Marlena se convertirán en la sensación del momento, llegando a destronar a sus competidores más cercanos. El amor pronto se apoderará de ellos, como también los obstáculos. Pero, claro está, que al final ya sabemos cómo terminará.Cuando uno realiza la sinopsis de Agua para elefantes, siente que ya contó esta historia un montón de veces, y que la contará otras tantas. De entrada sabemos que las historias de amor en el cine son universales, atemporales y que siempre mantienen ciertos tópicos. Pero porqué no darle una vuelta de tuerca y no hacer que todo sea un poco menos previsible y obvio. Desde el comienzo, al mejor estilo Titanic (1997), uno se imagina los diferentes carriles que va a transitar y lo peor es que nunca se equivoca. Como si fuera otra película, en la mente se nos sucederán imágenes de películas tan disímiles como la oscarizada El paciente inglés (The English Patient, 1996) a la nacional La cabalgata del circo (1945).Robert Pattinson, cuyo único talento resulta ser su ambigua belleza y que tras la saga Crepúsculo no logra embocar un éxito, hace lo que mejor le sale: demostrar que no sabe actuar. Mientras que Christoph Waltz, tras su personificación en Bastardos sin Gloria (Inglourious Basterds, 2009), sigue encasillado como el villano de moda del que parece no poder despegarse. Por su parte, la talentosa Reese Witherspoon aparece con un personaje tan desdibujado que le resulta imposible brindarle una construcción adecuada.Hay films que están bien a pesar de que no nos gusten y otros que no nos gustan porque están mal. Agua para elefantes es el típico caso de esas películas avejentadas, aburridas, carentes de crescendo de las que solo se pueden rescatar  los recursos técnicos, que a esta altura es imposible que estén mal. El resto es más de lo mismo, aunque sea una redundancia.
4.0
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