Crítica de "La Tigra, Chaco": El amor, ese loco berretín

El tan esperado estreno de "La Tigra, Chaco" abre un panorama más que alentador en la cartelera cinematográfica argentina. Dirigida por Juan Sasiaín y Federico Godfrid, la película confirma el éxito de su recorrido internacional durante el último año. Con un enfoque en el regreso a los orígenes, el amor y el desarraigo, esta ópera prima promete un futuro prometedor para sus realizadores.

Crítica de "La Tigra, Chaco": El amor, ese loco berretín
jueves 07 de enero de 2010

La trama sigue a Esteban, quien regresa a La Tigra después de seis años para encontrarse con su padre, un camionero que está de viaje y cuya fecha de regreso es incierta. Mientras espera, se hospeda en casa de su tía Candelaria, interpretada de manera genial por Ana Allende. Durante su estadía, intenta reavivar una relación del pasado con Vero y reconectar con dos hermanos que apenas conoce.

Aunque el título, La Tigra, Chaco, puede sugerir un documental social monótono, la película está lejos de serlo. Es minimalista en su enfoque, con diálogos pausados, una puesta en escena naturalista y cierta ambigüedad en el conflicto, pero todo esto se justifica dentro de la historia. Filmada en escenarios naturales de La Tigra, la película captura la cadencia propia de la vida en el lugar, marcada por un tiempo diferente al de la ciudad.

Los protagonistas, Esteban (Ezequiel Tronconi) y Vero (Guadalupe Docampo), ofrecen interpretaciones despojadas, naturales y cargadas de matices, anunciando un nuevo registro actoral. La dirección de los cineastas es fundamental en la construcción de estos personajes confundidos ante la vida, que actúan según lo que sienten, sin preocuparse por las consecuencias.

La Tigra, Chaco es una película donde todo se transmite a través de imágenes, gestos y diálogos. Cada mirada, cada palabra, cada plano parece encajar de manera natural en el espacio cinematográfico, como si la vida estuviera transcurriendo en ese pueblo simple y tedioso, al que Esteban se siente ajeno pero al mismo tiempo ligado.

Además del aspecto personal de Esteban, la película aborda el conflicto familiar y la búsqueda de reconexión. Esteban intenta estrechar lazos con su padre, quien ha formado una nueva familia, y con Vero, aunque ambos saben que sus caminos seguirán diferentes. Sin embargo, están dispuestos a disfrutar el momento sin preocuparse por el futuro.

Con sutileza, talento y sin artificios, Godfrid y Sasiaín convierten una pequeña historia en una gran película. La Tigra, Chaco resonará como una de las grandes historias de amor contadas por el cine argentino.

8.0
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