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Crítica de "Café de los Maestros", Santaolalla Social Club

¿Recuerdan "Buena Vista Social Club"? Aquella película sobre los veteranos músicos cubanos, que mostraba la música representante de la isla así como sus calles,  idiosincrasia y estilo característico de La Havana. Bien, "Café de los Maestros" es la versión argentina de esa idea, llevada a cabo por el productor Gustavo Santaolalla.

Crítica de "Café de los Maestros", Santaolalla Social Club
miércoles 11 de noviembre de 2009

El disco Café de los Maestros, reunió a grandes leyendas del tango para grabar el  álbum que uniría por primera vez a los más emblemáticos ejemplares de la música porteña. Esta grabación fue filmada y supervisada por Gustavo Santaolalla, creando un recorrido por los lugares emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires acompañada por su música representativa: el Tango. El recorrido culmina en el Teatro Colón, el escenario de la alta música donde muchos de los maestros actuarán por primera vez.

El film comienza con Gustavo Santaolalla arribando en avión a la Argentina. Él se encuentra durmiendo cuando se escucha el arribo al aeropuerto de Ezeiza. Tal vez estaba soñando reunir a los maestros en un solo álbum, tal vez sea la imagen del extranjero recordando las mejores postales de Buenos Aires con su emblemática música de fondo. El film está dirigido por Miguel Kohan y producido por tres representantes del cine Latinoamericano en el exterior: Lita Stantic, Walter Salles y el ya mencionado Gustavo Santaolalla.

Café de los Maestros (2008) es la posibilidad de ver, y sobre todo oír, a autores de la talla de Mariano Mores, Emilio Balcarce, Leopoldo Federico, Alberto Podestá, etc.; así como la posibilidad de dar a conocer el tango a las nuevas generaciones. La película es una muestra de la gran variedad de tangos a través de sus máximos exponentes y con las imágenes más representativas de Buenos Aires. Pero representativas para el exterior ya que en muchos países asociarán las melodías a las postales de la Ciudad de Buenos Aires.

Lejos de representar los tiempos que corren, funciona como el recuerdo que todo exiliado quiere conservar (de allí la asociación con la figura de Santaolalla). Y para quien no conozca el país, la mejor carta de presentación.

4.0
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