Crítica de "La Ventana": Otra Historia Mínima…y van

"La ventana" lejos está de ser una gran película, con una minuciosa y casi artesanal dirección de actores pero con grandes baches narrativos. La quinta película de Carlos Sorín (Historias mínimas) causa más decepción que sorpresa.

Crítica de "La Ventana": Otra Historia Mínima…y van
jueves 19 de marzo de 2009

Un viejo a punto de morir, un sueño que atraviesa toda la historia y un hijo pianista distanciado de su padre desde hace años, junto con un montón de personajes secundarios con conflictos de comunicación, confluyen en una historia narrada con la fluidez del cine industrial pero con características estructurales que remiten más al nuevo cine argentino.

Sorín había demostrado ser uno de los mejores guionistas a la hora de construir una gran película a partir de una historia mínima. Con La ventana, cae en su propio estereotipo; aunque el principal obstáculo que se le plantea sea la utilización de un guión impreciso –escrito con la colaboración de Pedro Mairal- y excesivamente metafórico, plagado de situaciones y acciones que carecen de sentido e interpretación lógica. Pese a esto, hay que reconocer en Sorín la excelente capacidad que tiene para dirigir actores y no actores. El uruguayo Antonio Larreta crea uno de los ancianos moribundos más creíbles que ha dado la historia del cine, junto al magistral acompañamiento de Jorge Diez y Carla Peterson, dos personajes pequeños pero esenciales a la hora de la resolución del conflicto.

Un detalle no menor en el film son los recursos técnicos, desde el uso de la fotografía en colores saturados en los exteriores y opacos en los interiores, que diferencian lo que sería el significado de La ventana, ese único lugar por donde se puede espiar hacia el afuera de la vida misma; a la utilización del sonido externo: el reloj, el piano, los pasos, el viento; tan protagonistas de la historia como los mismos personajes.

La ventana tiene intenciones, aunque estas no sean demasiado buenas, de atraer a cierto sector del público amante de un cine “industrial” pero a la vez de “calidad” y con ciertos toques de “intelectualidad; algo que la película tiene, lástima que solo sea eso, una pequeña historia con grandes pretensiones contada desde la confusión de un director que no supo ver por su propia ventana.

5.0
Te puede interesar
Últimas noticias
MÁS VISTAS