2018-04-02

El devenir de la infancia

Swagger

Algunos llegaron con sus padres, otros, solos. Lo importante es que fueron arrancados de raíz de su tierra, no solamente para tener futuro propio, sino también para hacerse cargo del presente familiar. Pero cuidado, no estamos frente a un registro como el sórdido Fuocoammare (2016), polémico documental ganador en la Berlinale 2016. Swagger es la otra cara de la moneda. Es decir, no impera una atmosfera devastadora del mundo. Aquí, en este singular trabajo sobre miedos y felicidades, se respira un clima al calor del futuro.Estos chicos, emigrados desde países periféricos como Marruecos o Bosnia, cuentan sus complejas y eternas historias encerradas en quince años de vida. No obstante, y a pesar de ubicarse en los barrios suburbanos franceses, eso no los detienen para poder reinventarse. Actuar, jugar y asistir al colegio, son las armas que usan para defenderse de una realidad europea a la que le cuesta aceptar el tema inmigración. El director es perspicaz para dejar bien parados a los chicos. Ósea, los empodera, cuando parece que el niño se hunde y ahoga en su relato, está Babinet para tenderles la mano y rescatarlos a través de la cámara, por ejemplo, cuando los filma haciendo lo que mejor saben hacer, contando algo que les provoca risa o vestidos con ropa que grita su necesidad por crear la propia personalidad. Dinámico y rodeado por intrépidos jóvenes, a veces este documental se transforma en película, “secuestrada” por el carácter de los púber-adolescentes, totales protagonistas de esta historia mínima, que aun nos hace retener la esperanza e imaginar un futuro para ellos, sea cual sea su origen. 
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