2015-11-02

Pintando mi memoria

Walsh entre todos

Jorge Gonzalez Perrin junto con su colectivo artístico prepara un evento pictórico que consta en hacer los retratos de los desaparecidos, así como de las figuras más emblemáticas que simbolizaron la lucha durante la época de la dictadura militar. Todo a partir de cuadraditos. Es decir, esbozado el retrato en tamaño gigante lo dividen en miles de cuadraditos de manera que al acudir a los eventos populares sobre la memoria, hacen que cada transeúnte, sea cual fuera su edad, pinte un cuadradito. Al final todos se juntan según su posición correcta y forman la cara de la persona retratada. Este es el hecho más impactante y llamativo del documental, desde ahí surge la emotividad. Perrin prepara exposiciones con ello, y sin duda hace que el material, más allá del contexto, se vuelva peculiar y cautivante. Sin embargo, Walsh entre todos hace uso del arte cinematográfico y como tal también debe ser evaluado como producto audiovisual y en ese punto hay algunos detalles a remarcar. El documental se detiene en momentos cotidianos pero excesivamente anodinos que le restan, hecho que dificulta el sostén de una línea narrativa clara, lo cual conlleva a una falta de conexión entre subtramas (y muy lastimosamente porque sobra emoción) que debilitan el eje central del relato.Dicho esto, toda persona que vive dentro de la sociedad argentina, aun no siendo de dicha nacionalidad, pero proveniente de un país donde sucedieron crímenes políticos y dictaduras militares, puede comprender que el tema de los desaparecidos y la memoria es una lucha constante. Este documental al igual que otros productos artísticos que tocan el tema de la memoria, deben ser vistos y a la vez comentados, puesto que produce la discusión y evocación de algo que pertenece a todos. Incluso todos deberían saber sobre Rodolfo Walsh, capturado y asesinado unos días después de enviar por correo, para hacerse publicar, sus cartas donde revelaba los crímenes de la dictadura. 
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