Crítica de "Somos las dos", Valeria Lois y Lorena Vega en una reflexión sobre la naturaleza humana

Clara y Alejandra se encuentran en una situación de espera, pero el hombre que esperan nunca llega. A medida que tratan de descubrir el motivo de la ausencia, nos sumergimos en el universo de su relación, donde los límites entre la ficción y la realidad se difuminan, y nos dejamos llevar por la teatralidad de lo cotidiano.

A través de la historia de Clara y Alejandra, se nos presenta un retrato de las tensiones, los celos y los resentimientos que pueden surgir en una relación, al mismo tiempo que se muestra cómo el amor y la empatía pueden ayudar a superar estos obstáculos. Somos las dos también nos invita a cuestionar la importancia que le damos al tiempo y cómo este puede afectar la forma en que percibimos el mundo que nos rodea.

Valeria Lois y Lorena Vega son capaces de mostrar la complejidad de la relación entre los personajes, mientras el espectador es testigo de sus peleas, rencores y amor, todo en una noche que parece un mundo en sí mismo. La espera, como hilo conductor de la trama, nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza humana y cómo enfrentamos la incertidumbre y la frustración en nuestras relaciones interpersonales. 

El guion de Emilia Herbst, Lorena Vega, Valeria Lois y Alejandro Russek, basado en un texto del dramaturgo Javier Daulte, logra transformar la comicidad en duelo, la frustración en una historia de recuerdos compartidos y el desasosiego en comedia. La acertada dirección de Herbst convierte la espera en un acontecimiento y hace del cine testigo de la historia de estas dos mujeres.