2020-12-31

El calor del frío invierno

Troperos

Troperos surge de los viajes de Ezequiel Detry por la Patagonia sur. Allí, junto a Silvestre Sere, retrataron en fotos la vida de los gauchos del lugar. A ellos se sumó el cineasta Nicolás Detry, quien insistió en hacer un registro audiovisual del día a día de los troperos. El documental, de carácter circular, que fue premiado como Mejor Largometraje de la competencia Binacional Argentino/Chilena y Mejor Fotografía en el FAB Festival Audiovisual Bariloche, está estructurado de manera coral a partir de una serie de anécdotas y testimonios de un grupo de troperos que a lo largo de la historia reflexiona sobre una actividad que se encuentra a punto de desaparecer. Evitando el recurso de la entrevista frente a cámara o la utilización de una voz narradora, Detry apela al registro observacional para captar tanto los momentos más representativos de la tarea como la intimidad del descanso. Es allí donde se encuentra con una serie de charlas espontáneas con un riquísimo valor cultural (y cinematográfico) que por momentos trascienden la realidad para convertirse en leyendas.El director, que divide el relato en estaciones, aprovecha al máximo el hipnótico paisaje sureño para dotar a Troperos de una poética visual que, sin escaparle al realismo, por momentos mágico, crea un mundo de ensoñación, bajo el agua y la nieve, donde hombres y animales atraviesan una relación simbiótica en la que ambos se necesitan para sobrevivir. La escena de las ovejas cruzando el puente movedizo es una de las más bellas y representativas que ha dado el cine de lo real en mucho tiempo.
Te puede interesar