2016-09-04
El profeta en su tierra
El ciudadano ilustre
El ciudadano ilustre (2016) trata sobre Daniel Mantovani (Oscar Martínez),
galardonado con el Premio Nobel a la Literatura al principio del film.
Daniel dejó su país hace 40 años e hizo carrera en Europa, pero siempre
se inspiró para escribir en su juventud en Argentina. Como lo pone
varias veces a lo largo del film, él huyó pero sus personajes se
quedaron. Cuando le llega una carta de su pueblo natal de Salas
invitándolo a recibir el premio a “ciudadano ilustre”, su reacción
inmediata es rechazarla. Pero reconsidera. La idea de regresar le da
gracia, curiosidad, quizás nostalgia.La película narra en cuatro
capítulos los cuatro días de estadía de Daniel en Salas. Al principio la
comunidad lo recibe como a un hijo perdido o héroe de guerra – el
orgullo del pueblo – pero de a poco se va revelando la enorme brecha
ideológica que separa a Daniel de su pueblo y que lo único que la
emparcha es un imbécil sentido del nacionalismo. Que el pueblo está más
interesado en celebrarse a sí mismo a través de Daniel que a la obra de
Daniel en sí misma, por el mismo motivo que se puede mencionar a Diego,
el Papa y la reina de Holanda en la misma oración.Obviamente la
historia se cuenta a través de la idiosincrasia argentina, pero sería un
error leerla como una autocrítica exclusiva a Argentina. Alrededor del
mundo se idolatran figuras por ningún otro mérito que el de una simple
casualidad topográfica. Y por cada cuestión que abre la película – en
términos de política, sociedad, arte y cultura – hay varias voces
opinando. El film efectivamente viene a abrir debate más que a pasar
sentencias, por más que Mantovani tienda a hablar en extensos monólogos
que, sentimos, explayan la opinión de los directores y del guionista,
Andrés Duprat.Martínez encarna a su personaje con
una mezcla de cautela y fastidio y la certidumbre de que tiene razón a
todo momento pero no por ello debe caer en la arrogancia, sorteando
obstáculos y malentendidos a pura parla intelectual. Su actuación hace
creíble el tipo de diálogo que suele leerse bien en papel pero no suena
tan bien en una película.El reparto incluye a Irene
(Andrea Frigerio) como la mujer que Daniel dejó atrás en su éxodo; a
Antonio (Dady Brieva), el hombre que la terminó desposando y
mantiene una tensa amistad con Daniel; Julia (Belén Chavanne), una
groupie académica que se come a Daniel con los ojos desde la primera
toma, el guardián (léase censor) local de la “cultura” (Marcelo D'Andrea)
y el chabacano intendente del pueblo (Manuel Vicente), cuyo primer
acto cultural es emparejar a Daniel con la Miss Belleza local y subirlos
juntos a un camión de bomberos. Sigue una presentación PowerPoint que
se encuentra al nivel de una fiesta de quince, sino más bajo.El ciudadano ilustre
empieza satirizando ciertas deficiencias sociales, pasa por una suerte
de comedia de enredos y termina deviniendo en un altamente crítico humor
negro. Es la mejor película de Mariano Cohn y Gastón Duprat y tiene
toda la pinta de que va a convertirse en otro clásico moderno del cine
argentino.
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