Crítica de "La madre de la novia": Clichés matrimoniales y encuentros inesperados en el regreso de Brooke Shields

La trama gira en torno a Lana, una genetista exitosa cuya vida da un vuelco inesperado cuando su hija, Emma, regresa de Londres comprometida con RJ. Lo que inicialmente podría parecer una situación típica de preparativos para una boda, se complica cuando Lana descubre que su hija ha optado por dejar de lado una carrera profesional convencional para seguir su pasión como influencer en las redes sociales, impulsada por un lucrativo acuerdo de patrocinio.

Esta elección sorprende a Lana, quien se encuentra en una encrucijada entre el orgullo por la independencia de su hija y la preocupación por el rumbo no convencional que está tomando su vida. A medida que se acerca la fecha de la boda y Lana se prepara para acompañar a Emma en esta nueva etapa, se enfrenta a una sorpresa aún mayor: el padre del novio resulta ser un antiguo amor del pasado, alguien que Lana no ha visto en años y cuya presencia despierta una serie de sentimientos y recuerdos enterrados.

Este encuentro con el pasado añade una capa adicional de complejidad a la dinámica familiar, obligando a Lana a confrontar no solo sus propios sentimientos no resueltos, sino también a lidiar con las expectativas sociales y familiares que rodean a una boda. A medida que la tensión aumenta y los secretos salen a la luz, Lana se enfrenta a la difícil tarea de reconciliar el pasado con el presente y encontrar una manera de apoyar a su hija en sus decisiones, incluso cuando no las comprende por completo.

Aunque la premisa inicial promete una combinación de intriga y humor, la ejecución deja mucho que desear. La falta de una química auténtica entre los personajes principales socava la credibilidad de las situaciones presentadas, dejando al espectador con una sensación de desconexión. Además, las escenas que intentan ser cómicas carecen de la originalidad y la frescura necesarias para realmente impactar al público; en lugar de ello, caen en estereotipos y lugares comunes que generan más incomodidad que risas genuinas.

A pesar de que la película logra transmitir algunos destellos de conexión entre Lana y Emma, así como reflexiones sobre el cambiante papel de los padres ante las decisiones imprevistas de sus hijos, lamentablemente estos elementos se diluyen en una trama predecible y poco profunda.

La madre de la novia intenta ser una comedia con buenas intenciones, que lamentablemente se queda en la superficie de temas que podrían ser interesantes. Aunque cuenta con un elenco atractivo (Benjamin Bratt, Rachael Harris, Sean Teale, Chad Michael Murray), este carece de conexión, y la narrativa, carente de originalidad, se pierde en un mar de clichés.