MUBI

Crítica de "Sicario", nacido para matar (del otro lado de la frontera)

Mitad cine bélico, mitad drama ético, el film tiene la fuerza dramática de la implosión interna de sus anteriores obras aunque en esta oportunidad se intente expandir los dilemas a un nivel mayor.

Crítica de "Sicario", nacido para matar (del otro lado de la frontera)
miércoles 15 de noviembre de 2023

En Sicario (2015) el director de La sospecha (Prisoners, 2013) y El hombre duplicado (Enemy, 2013) realiza un relato crítico sobre el papel de las fuerzas especiales norteamericanas en la frontera con México. 

La historia se centra en Kate Macer (Emily Blunt, quien ya demostró sus habilidades como guerrera en "Al filo del mañana"), una joven comandante de un equipo de fuerzas especiales que opera contra el narcotráfico cercano a los carteles. Después de un episodio traumático, es convocada para participar en otro equipo ultra secreto que opera directamente en territorio mexicano, al límite con la ilegalidad. La mujer acepta sin saber bien a qué ni a quiénes se enfrenta, quedando bajo las órdenes de los siniestros y misteriosos personajes interpretados por Josh Brolin y Benicio Del Toro.

Sicario, que pasó por el 68 Festival de Cannes y el 63 Festival de San Sebastián, tiene la impronta de Zero Dark Thirty - La noche más oscura (2012), aquel film dirigido por Kathryn Bigelow donde Jessica Chastain debe hacer lo imposible para atrapar nada menos que a Bin Laden, comandando un equipo que deja la legalidad de lado en varias de sus operaciones encubiertas, generando un conflicto ético para su protagonista. El hecho de que el papel principal esté a cargo de una mujer con características femeninas en sus rasgos y actitudes insinúa debilidad ante las atrocidades bélicas y, a su vez, cordura en un ambiente donde la locura se apodera de la escena. En contraste con ella, los personajes de Matt Graver (Brolin) y Alejandro (Del Toro) están perfectamente retratados como salvajes, prepotentes y, por momentos, monstruosos en sus actos. La diferencia de género funciona como un dilema psicológico civilizador, por así decirlo: la mujer madre que no puede liderar ni imponer el orden al grupo.

Como en otras películas de Denis Villeneuve, como Incendies (2010) o La sospecha, el terror es interno, está entre nosotros y en nuestro actuar (se refiere directamente a un público norteamericano), parece decirnos la película en su mea culpa planteada. El diseño del sonido es fundamental para construir una tensión latente desde los primeros minutos y a punto de estallar en cualquier momento, desde la explosiva escena inicial y marcando cada momento de la trama. Con este recurso, el director logra transmitir el clima de constante inestabilidad y la angustia percibida por su protagonista.

Sicario no es lo mejor del director canadiense, pero es la clara decisión de tomar postura sobre los conflictos bélicos de Estados Unidos y, desde el temor y la locura interna de un personaje (como viene desarrollando en su obra), mostrar la demencia de un grupo armado que masacra, supuestamente, por el bien de la humanidad.

8.0
Te puede interesar
Últimas noticias
MÁS VISTAS