2022-09-13

Puentes de cine

Crítica de "El Premio", Paula Markovitch juega a las escondidas

En El Premio, Markovitch expone de manera magistral al totalitarismo de estado. El espacio es la playa en donde vive la niña. Junto a su madre, se oculta en una humilde casa. De una forma sutil pero cruda, se sabrá que son víctimas de la persecución política (el relato transcrurre en los `70) y que deben ocultar su identidad. Un padre ausente completa la cadena de desprotecciones para la pequeña, a la que un premio que entregan los militares le producirá un dilema ético en plena infancia.

Con una admirable precisión narrativa, la escritora y guionista construye un film sobre la intimidad inconfesable de su protagonista que, sin comprender cabalmente la complejidad de la clandestinidad, repite el libreto que le servirá de camuflaje: “mi papá es vendedor de cortinas y mi mamá es ama de casa.”

Dejando en suspenso su identidad, adoptando otro nombre y lejos de su casa en Buenos Aires, donde permanece su padre militante y del que nada se sabe, el relato se sumerge en diálogos intuitivos de la mirada infantil de Cecilia y su amiga Sharon.

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