2018-06-24
Íntima y melancólica
La enfermedad del domingo
Anabel (Susi Sánchez) aparece en las primeras secuencias de
La enfermedad del domingo paseando majestuosa, como una leona dominante, por un
palacio barcelonés. Es una fría dama de la alta sociedad: a mantenerse
en su estatus dedica su empeño, cerebro y voluntad absoluta. Pero en la
cena de esta noche alguien, que no obedece sus calculadas órdenes, que
se sale del mapa por ella cuidadosamente diseñado, abrirá una herida que
creía había cerrado y, también, controlado.Chiara
(Bárbara Lennie) es una chica errática e inestable emocional desde que
un hecho traumático, acaecido en su infancia, la convirtió en lo que es:
alguien incompleto, herido, triste e insatisfecho para siempre. El
encuentro de estos dos animales acorazados dosifica en La enfermedad del domingo
un manantial subterráneo de emociones contenidas (que apelan a la culpa,
la redención y el abandono) que el admirable e inteligente pulso
narrativo de Salazar lleva por terrenos fronterizos con
el thriller psicológico y el drama familiar, sin caer nunca en lo
fácil, previsible o lacrimógeno.Con el ADN del Ingmar Bergman de
Persona y Luca Guadagnino, La enfermedad del domingo es película
minimalista, íntima y personal donde la naturaleza invernal que circunda
a los personajes potencia la melancolía que emana del relato.
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