2017-11-20

No al silencio

El silencio del viento

El hombre es Rafito (Israel Lugo), un padre soltero que colabora con su hermana en una red que contrabandea refugiados haitianos. Cuando la hermana aparece muerta, el hombre toma su lugar y asume las responsabilidades de transportar, albergar y eventualmente dar refugio a los inmigrantes. No es, en principio, una cuestión moral: para Rafito es un trabajo que soporta su vida, la de su hija, la de su enferma madre.Éste es el tipo de relato que normalmente sería relatado en formato documental, el género cinematográfico “socialmente comprometido” que viene a brindar visibilidad y abrir la discusión sobre temáticas urgentes. Si bien muchas de las personas retratadas claramente no son actores, El silencio del viento (2017) encuentra su voz como largometraje de ficción, manteniendo la perspectiva de “Rafito” – quien humaniza la historia más allá del noticiario informativo - y empleando recursos propios del cine de ficción para empoderar su mensaje.Nomás con emplear elegantemente drones y grúas la cámara captura la historia de una manera tanto más atractiva de lo usual, sugiriendo la omnisciencia de un narrador en tercera persona que elige un manojo de momentos clave en la vida del protagonista para retratar con poder y fidelidad lo que se pretende contar. En vez de conformarse con la espontaneidad del documental verité, cada momento se construye acorde a una intención dramática.El silencio del viento es una película sencilla, efectiva, a veces impresionante y siempre sensible a su temática central.
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