2017-05-02

Una mujer en autodestrucción

Medea

Dice la leyenda que Medea era una mujer autónoma e inusual, contraria al prototipo ideal de la época. Y María José, la protagonista de esta historia, también lo es. Su vida transcurre en un limbo de inestabilidad emocional y autodestrucción fisica. Juega al rugby, va a la universidad con desgano, tiene sexo casual, se droga, se emborracha, conoce a un chico, trata de empezar una relación y tiene un secreto. Un secreto que está a la vista (hay que prestar atención a los primeros minutos) pero que nadie quiere ver.Liliana Biamonte es la protagonista absoluta en la ópera prima de la tica Alexandra Latishev, donde la cámara la sigue a luz y sombra durante los más de setenta minutos de metraje. La cámara está encima de la protagonista de manera continua y gran parte de lo que sucede a su alrededor está fuera de campo. Hay una confianza de la directora en la fuerza de esta actriz y de la actriz en la mirada de la directora que de cuya reciprocidad sale una historia potente, donde no hace falta mucho más que gestos, miradas, roces, llantos y risas. Medea maneja la autodestrucción del personaje en un tono justo. Sin golpes bajos ni la necesidad de caer en escenas desgarradoras, lo hace con una seguridad narrativa y estética apabullante. Todo está medido. Latishev se perfila como una directora a tener en cuenta y Biamonte como una de las actrices a la que que no habrá que perderle pisada alguna en el futuro cercano.
Te puede interesar