2015-04-24

La vida en la cancha

León, reflejos de una pasión

Para aquellos que desconocen el deporte, León Najnudel fue uno de los que profesionalizaron el básquet en el país y el creador de la Liga Nacional, que permitió proyectar el deporte hacia lugares inesperados con una cosecha de títulos y lauros innumerables.Fallecido hace algunos años, en el recuerdo de familiares, colegas y amigos, se va urdiendo una línea narrativa que no hace más que potenciar la nostalgia por el personaje del que hablan y a la vez admiran.Si gente del medio como Víctor Hugo Morales o Adrián Paenza, para citar sólo dos casos, y basquetbolistas como Emanuel Ginóbili, toman como referente a este luchador dentro y fuera de la cancha, es porque seguramente en la personalidad de León y en su empuje arrollador, se ha forjado una fidelidad con su figura que también habla de su integridad.A través de imágenes de archivo y fotografías, podremos ir armando un panorama enriquecedor sobre el entrenador, su acercamiento con alguna ideología política, sus restricciones de participar en la actividad, su exilio, su regreso, su pasión por entrenar y formar.También se muestran sus viajes, su recorrido por Estados Unidos, principalmente Harlem, tratando de descubrir en sus “potreros” de básquet alguna figura trascendente para imitar o importar.Pero no sólo la anécdota más liviana es la que Glusman selecciona, sino todo lo contrario, al hablar de su particular y avanzada manera de dirigir equipos, también su afición por el cigarrillo, su elegancia y gestos.Si Glusman no transmite en algunos momentos la pasión por el deporte es, porque quizás, decide narrar la historia de León desde un lugar más tranquilo y lineal. Las imágenes se suceden a partir del relato oral, faltando quizás un poco más de competencia, o de necesario back de los partidos, para que la ecuación básquet/relato del documental, termine de cerrar del todo.La vitalidad del personaje, igualmente, le permiten superar esta ausencia, logrando que la empatía con esta particular figura sea total, y el espíritu nostálgico del film trascienda la pantalla.
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