2011-08-22

Viveza Criolla

Floresta

Basada en la obra teatral Buenos Aires de Rafael Spregelburd, Floresta nuclea a cuatro personajes en una casona del clásico barrio porteño que da nombre al film. Una agente inmobiliaria, una artista plástica, un profesor y un galés recién llegado al país se ven involucrados en un absurdo plan: estafar a la NASA y volverse millonarios. Claro está que nada saldrá como ellos esperan y la trama tomará por otros caminos mucho menos absurdos y mucho más realistas. Floresta es una historia de personajes en la que la puesta en escena está en un segundo plano. Sostenida en riquísimos diálogos todo el peso dramático de la trama recae sobre los actores encargados de llevar adelante cada uno de los personajes. Gracias a los giros dramáticos permanentes que el guión ofrece lograrán  mantener la expectativa y el suspenso hasta el final. Uno de los riesgos que el proyectó debió enfrentar fue lo visual, Floresta no debía verse como teatro filmado y lograr al menos un mínimo de cinematografía. Con escasos recursos técnicos y espaciales –la mayor parte sucede en solo una casa- Olivera se las ingenia para abrir el campo visual a partir de planos generales, un montaje alternado y la utilización de planos detalles, logrando un resultado visualmente atractivo. Un punto alto en Floresta resultan ser las actuaciones. Tratándose de un proyecto que conjuga lo teatral con lo cinematográfico hay una marcación en la construcción de los personajes como rara vez puede verse en el cine, sin duda obra de un gran director de actores como lo es Rafael Spregelburd que, a pesar de tratarse de lenguajes diferentes, logra que la teatralización sea cinematográfica, y viceversa. Jugando constantemente con el absurdo logra que el espectador no se quede afuera de conflicto y encuentre identificación en alguno de los personajes. Floresta brinda la oportunidad de reencontrarse con un proyecto que vio la luz hace cuatro años  y que hoy puede verse en pantalla grande. Desde el absurdo y  trivial Olivera y Spregelburg ponen sobre la mesa lo mejor y lo peor de cada argentino que desde hace doscientos años se las viene ingeniando para perfeccionar la viveza criolla.
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