2010-09-13

Tarantino a la Tailandesa

Chocolate

La trama no es para nada complicada: chica autista, hija de una ex mafiosa enferma de cáncer, sale de cacería a lo Uma Thurman en Kill Bill (2003), para cobrar viejas deudas económicas de su madre, pero ante la negación de los morosos, debe recurrir a las artes marciales extremas para cumplir con su cometido. La historia poco tiene de seria y creíble, pero Chocolate va más allá de lo verosímil y vira del melodrama a la acción en un parpadeo de ojos. Su estilización extrema de la imagen y algunas fallas de guión que son disimuladas gracias a la acción a montones que la película propone, a partir de coreográficas peleas donde reposa toda su inventiva, sumando toques de humor perfectos para suavizar la violencia derrapada. Con un estilo tarantinesco –no sabremos quién copió a quién- y mezclando animé con realidad, el film se asienta a base de luchas coreografiadas de una manera casi milimétrica. Así Chocolate se convierte en una de las grandes películas de culto en materia de artes marciales.
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