Shine a Light

Ya en el comienzo vemos a un Scorsese (lo vemos literalmente en pantalla) un tanto nervioso al tratar de ordenar a la ingobernable banda inglesa para su película. En esta suerte de prólogo lo que queda bien claro es que Scorsese opta por poner sus cámaras y seguirles el ritmo a los Rolling Stones. La película no es un documental sino un musical, porque Martin Scorsese descubre que la mejor manera de retratar a la banda no es a través de las entrevistas (que hay algunas funcionando como separadores entre un tema y otro) sino en el escenario mismo. Lo dice Keith Richards “el escenario es nuestro territorio”. Por otro lado Scorsese da cátedra de como filmar un Show musical. Las cámaras que utiliza (al menos hay cinco, dos sobre el escenario, dos entre el público y la grúa) retienen gestos, muecas y actitudes de la banda todo con un montaje que mantiene el ritmo del Rock and Roll. Otro punto es la iluminación cinematográfica que utiliza, la luz sobreexpuesta proporciona un color cálido a todo el ambiente tanto dentro como fuera del escenario. Hay que aclarar que el film es mas para fanáticos de los Rolling Stones que para fanáticos de Martin Scorsese, ya que hay aproximadamente dos horas continuas de recital, donde se escuchan muchos temas inéditos de la banda. Si a usted le agrada la banda quedará fascinado.