Hancock

Hancock (Will Smith) es un superhéroe poco popular. Si bien tiene superpoderes y salva a la humanidad parece ser que hoy en día eso no alcanza, debe ser también un ídolo mediático. Para lograrlo conoce a Ray (Jason Bateman), un publicista que se encargará de renovar su imagen. Hancock es un filme más de superhéroes de los que hoy en día están de moda, pero con un par de salvedades que la distinguen, para bien, del resto de las películas del género. Uno, y quizás el más importante, es que el filme está plagado de humor, proponiendo no tomarnos muy en serio la historia y disfrutar al máximo del entretenimiento. Otro punto es que el guión está muy bien construido y no decae un instante en los 90 minutos de su duración. Un párrafo aparte merece la actuación de Will Smith, que cada día sorprende mas actuando (y eso que no hace dramas), y su co-protagonista Charlize Theron, nunca tan hermosa e irresistible como aquí. Tal vez la realización de Peter Berg deje un poco que desear, abusando de los primeros planos inestables para producir tensión y espectacularidad, así como la cámara que sigue al personaje volando y rebotando por los edificios. Pero esto no llega a empañar el entretenimiento puro y eficaz que el carismático Hancock supo lograr.