Por sus propios ojos

Alicia (Ana Carabajal), una estudiante de cine cordobesa, intenta realizar un documental sobre las mujeres y su vínculo con los presos. Allí descubre que la tarea no es tan sencilla como se imaginaba, ellas no desean dar entrevistas. Casi por casualidad conoce a Elsa (Luisa Núñez), cuyo hijo menor se encuentra en prisión esperando ser condenado, quien le propondrá brindarle su testimonio a cambio de visitar al recluso (Maximiliano Gallo). Liliana Paolinelli, directora y guionista del film, introduce en prisión a su alter ego Alicia, interpretado por Ana Carabajal, en una actuación descomunalmente realista. Alicia es expuesta constantemente a mezclarse con los presos provocando cambios en ella. La película evidencia los límites que está dispuesta a cruzar la directora (Alicia/Paolinelli) en pos de la realización del documental. El ejemplo mas claro es el trabajo sobre el cuerpo de Alicia en este pasaje. Al entrar a prisión debe desvestirse para los controles de seguridad, dejar sus pertenencias y soportar ser manoseada. Deberá también dejarse intimidar por el hijo preso y, en el cumpleaños de Elsa, por su otro hijo. Cuando van finalmente a grabarla, ella la deja expuesta bajo una lluvia torrencial. El cambio del personaje se produce entonces a nivel psíquico pero también a nivel físico, donde Paolinelli se detiene. En esta moda de documentales  como óperas primas, Por sus propios ojos se instala en la crisis del cineasta, dejando abierto un interrogante sobre el rol del artista.