Coraline y la puerta secreta

Coraline es una adolescente que se muda con sus padres a una casa de campo. Sola y sin la atención de sus padres –inmersos en su trabajo- Coraline descubre un pasadizo secreto a otro mundo en el que las cosas son como ella lo hubiera deseado, pero pronto descubrirá que en esa fantasía se esconde también la maldad que convertirá el sueño en pesadilla. La nueva gran película de Henry Selick, combina la estética darky de El Extraño Mundo de Jack -que fue producida por Tim Burton pero dirigida por Selick- con la imaginación de un mundo de fantasía, que va mutando su fisonomía según los deseos de la protagonista, así como sucediese en el cine de Hayao Miyazaki. Henry Selick ha demostrado ser un gran animador y narrador de historias. Coraline, su última fantasía animada, es un cuento cargado de ternura pero a la vez de creatividad e imaginación pura y exclusivamente artesanal. Los sueños –de donde Coraline parte al otro mundo- así como las pesadillas de la niña son representados en pantalla en base a los temores de la infancia, en este caso de la niña Coraline; sin otra lógica que la de un cuento fantástico donde la realidad puede ser modificada y transformada con sólo desearlo. A diferencia de las fantasías animadas de Disney, en Coraline y la puerta secreta la ingenuidad pasa a segundo plano, todo es descubrimiento y aventura. Los fondos van cambiando dando un espectáculo visualmente fascinante para los ojos, sobre todo si se aprecia la película en copia en 3D.