2009-04-19

Netflix

Crítica de "XXY": Lucía Puenzo y la intersexualidad

Álex (Inés Efron) es una adolescente única de quince años que guarda un secreto profundo. Después de su nacimiento, sus padres, Kraken (Ricardo Darín) y Suli (Valeria Bertuccelli), tomaron la decisión de dejar Buenos Aires y vivir aislados del mundo en una cabaña de madera junto al mar. Su objetivo era proporcionar a su hija un ambiente libre de prejuicios, donde pudiera crecer protegida y feliz, hasta el momento en que tuviera que enfrentarse a decisiones cruciales sobre su identidad.

XXY es una película que desafía las convenciones y se adentra en los territorios ambiguos de la identidad y la sexualidad. Más allá de su enfoque en la ambigüedad sexual, la película profundiza en los afectos y las realidades que a menudo se ocultan bajo la superficie, a pesar de estar visibles para todos.

Desde el principio,XXY sumerge al espectador en una atmósfera cargada de una violencia psicológica implícita, que provoca una incomodidad relevante y estimula la reflexión. A través de su narrativa, la película cuestiona el pensamiento binario que ha sido impuesto por la sociedad, invitando al público a reconsiderar sus propias percepciones sobre la identidad y la sexualidad.

En el corazón de la película está la búsqueda de la identidad, un viaje emocional y existencial que resuena profundamente en aquellos que han experimentado la lucha por comprender quiénes son realmente. XXY sugiere que la identidad no es algo fijo o predefinido, sino que puede encontrarse en lo más profundo de cada individuo, esperando ser descubierto y aceptado.

Lucía Puenzo, con su ópera prima, ofrece una mirada audaz y conmovedora sobre estos temas universales. Su habilidad para explorar la complejidad de la condición humana y su compromiso con la autenticidad hacen de XXY una experiencia cinematográfica única y transformadora.

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