2019-12-14

Revelación interior

El Recordador

Términos tales como índigo, cristal, plano sutil, dimensiones, universal, energía, alma, matrix, etc, son palabras que ya suenan familiares. Pero, ¿qué significan realmente y cuál es el motivo? Cuando comenzaron a llegar los niños índigo y cristal (cuya diferencia radica en su personalidad), no eran tantos, pero se multiplicaron a partir de los años 70 y 80 -cuando fueron un verdadero boom-. Estos chicos, que ahora son adultos, abrieron el camino con su temperamento auténtico. Ya de pequeños eran rebeldes, crecieron sintiéndose raros/diferentes y en soledad, no soportaban la manipulación ni la deshonestidad y rechazaban la autoridad creada a través de la culpa o el temor. Aunque nada de esto se ha probado por la ciencia, por lo que para ciertas personas todo esto no será verdad.No obstante, muchos habilitaron la posibilidad de creer y tener fe en eso que presienten y a lo que no se puede poner en palabras. Al abrir el abanico a otras posibles realidades, la pregunta: ¿En qué creemos de manera fehaciente?, resulta muy profunda e importante. Este documento otorga particulares respuestas a ciertas personas que cuestionan la existencia desde un lugar, quizás, más cercano a la intuición y que en cierta forma, luego del año 2000 en particular, sintieron un llamado a "abrir los ojos por primera vez". La premisa de este documento en el que Matías De Stefano se describe como índigo, tiene como finalidad acompañar a la humanidad en ese "despertar". Creamos o no en sus relatos, no pasarán inadvertidas sus palabras, que resonarán en mayor o menor medida en nuestro interior.Durante todo el documental, el encargado de la narración es el mismo Matías De Stefano, que se constituye en un testimonio no-lineal de sus recuerdos, por momentos con su voz en off y por otros, mirando a cámara. Por su parte, el director Ariel Guntern acompaña su relato, con planos detalle y generales de imágenes majestuosas de la naturaleza. La música genera una sensación mística, esto acompañado por tomas de paisajes grandilocuentes, ruinas ancestrales y travellings que acompañan al protagonista, completan la experiencia trascendental buscada para el espectador. Técnicamente excelente, la paleta de colores elegida, genera calidez, dando la sensación de hogar, invitándonos a seguir a Matías que viaja con una compañera: su mochila. Los pensamientos y reflexiones sobre sus vidas desde tiempos muy lejanos, están presentes en la historia. El director, representa de manera atractiva, los cuatro elementos de la naturaleza: la tierra, el agua, el fuego y el aire, significando y potenciando la narración. Se ha generado en muchos de nosotros, una tremenda confusión y desconfianza en estos temas, dada la cantidad enorme y variada de información que existe al respecto, que puede verse en otros trabajos como Planeta Libre (La Belle Verte, 1996), HIM: Más Allá de la Luz (2010), ¿¡Y tú qué sabes!? (2004) o Creer es crear (2008). Sin embargo, existen personas que encaran la generación de conciencia y el desarrollo espiritual, individual y colectivo de manera seria y cabal. En definitiva, se trata de una cuestión de fe y lo que en realidad importará, será el valor de su testimonio y el mensaje.
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