2019-11-30
Buscando desesperadamente un cuerpo
Perdí mi cuerpo
La película comienza con un cuerpo tirado en el suelo
seguido de, un recuerdo (en blanco y negro, como tantos otros a lo largo
de la historia), en el que un padre enseña a su hijo cómo atrapar
moscas con la mano. Inmediatamente después, otro recuerdo: una mano
cercenada se libera del embalaje de plástico que la mantenía presa, sale
del frigorífico y huye a través de una ventana entreabierta, trepando
por un esqueleto y escapando de una persona alertada por el ruido.
Comienza así un frenético y acrobático viaje por París, una cadena de
infortunios trepidante y divertida, batallas contra palomas y ratas, una
peligrosa caída, escapar de un camión de la basura y de las fauces de
un perro, caer a las vías del metro o hacer parapente con un paraguas.
Todo con un único objetivo: llegar hasta una altísima grúa.La
trama cuenta paralelamente la historia del joven Naoufel, huérfano tras
la trágica muerte de sus padres en un accidente de tráfico. Desde
entonces lleva una vida sombría, vive en casa de un pariente lejano y
trabaja como repartidor de pizzas, lo que le llevará a conocer a
Gabrielle, la bibliotecaria de la que se enamorará. Hará todo lo posible
para acercarse a ella, incluso trabajará de aprendiz de carpintero para
su tío. ¿Será capaz de engañar al destino y tomar las riendas de su
futuro?Jérémy Clapin demuestra una vez más un gran talento con
su primer largometraje. Mezclando métodos de animación 3D y dibujos en
2D con la tableta gráfica, consigue que la imagen tenga una fluidez
impresionante. El director ha sabido unir perfectamente el ritmo y la
sensibilidad de la trama, con un ingenio sin límites y gran dominio de
la técnica 3D, jugando con la materia y el tiempo; y utilizando
arriesgados encuadres, con delicadeza y gran atención a los detalles.
Todo bajo un estilo que une el comic, el cine fantástico y el realismo
romántico.
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