2019-05-21
Entre libertinos y libertinaje
Liberté
Por alguna razón que se me escapa (a la que seguramente no es ajena
la manera en que nos van acostumbrando a un cine exclusivamente
narrativo, que se hace fuerte en la lógica causa-efecto, cuestión que se
ha visto empeorada por el auge de las series) la experiencia indica que
el cine de Serra no es para todos. Liberté
se trata de una obra única, extraordinaria en el más estricto sentido
de este término. Las más de dos horas de metraje nos acercan (nos hacen
participar de, quizás sería más exacto) a la experiencia que no es la de
estar en una orgía sino la de entrar al mundo de los libertinos, ese
que nos remite a Sade y que en el cine hasta ahora no había tenido una
puesta tan vívida, personal, auténtica y, queremos creer, realista (por
lo menos en la impresión que genera. Es 1774 y en algún
bosque entre Potsdam y Berlín, los libertinos expulsados por el puritano
rey Luis XVI intentan congraciarse con el duque de Walchen para llevar
el libertinaje más allá de la frontera. Filosofía que descree de límites morales y autoridades, mucho de esto hay en esta película sin dudas única, impar.
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