2018-04-14

Cine de manipulación

El Hollywood de Hitler: el Cine Alemán en la era de la propaganda 1933 - 1945

Joseph Goebbels, el mayor artífice de la propaganda nazi, utilizó al cine como herramienta fundamental para propagar las ideas del nacionalsocialismo. Una suerte de productor absoluto por el que pasaban todas las propuestas cinematográficas para ser aprobadas o censuradas. Este ideólogo, utilizó el mismo sistema de Hollywood: sistema de estrellas, de estudios y de géneros. Un sistema de manipulación al igual que los americanos o la Unión Soviética de Stalin, pero funcional al régimen Nazi.El Hollywood de Hitler: el Cine Alemán en la era de la propaganda 1933 - 1945 merece ser vista. Las películas que menciona no son interesantes como las producidas por la República de Weimar, aquel período de libertad creativa y esplendor artístico anterior al nazismo. Son películas de dudoso valor artístico, que buscaban la evasión de la realidad y que el espectador proyecte fantasías, nada de realismo. Pero es justamente esos films los que no fueron vistos ni analizados hasta ahora, los que sostuvieron y propagaron los conceptos más nefastos de la Alemania de Hitler: el odio al judío, la muerte justificada por la patria, la felicidad desmedida y arbitraria, la censura a cualquier idea opositora.Hitler sabía del poder de manipulación del cine. Crea la primera transmisión televisiva para los Juegos Olímpicos de 1936, maneja la iconografía visual de su partido con maestría. Sabe cómo producir fascinación y seducir visualmente a las masas. El cine es su herramienta perfecta.Como todo cine clásico de la primera mitad del siglo XX, el grado de manipulación es absoluta y funcional al Estado. Sucede en el cine norteamericano y sucede aquí. Todavía hoy en día hay gente que descree de este mecanismo implícito en historias entretenidas, fantásticas pero que bajan línea para adoctrinar ciudadanos. El Hollywood de Hitler: el Cine Alemán en la era de la propaganda 1933 - 1945 es un claro ejemplo de ello. Y aunque por momentos la película se distancie de su hipótesis inicial -buscar en el cine los basamentos del nazismo- para demostrar la diversidad de la producción, los films que se corrieron de la norma y los artistas que supieron rebelarse, funciona de manera didáctica para comprender al cine de propaganda.Todo cine clásico es un cine de propaganda. La propaganda perfecta cuando está bien hecha nos encuentra emocionados junto a personajes por los cuales en la vida real sentiríamos indiferencia. Ese es el poder del cine. Retomando como la película, la frase de Siegfried Kracauer, no sabemos qué sabe el cine pero sí, que sabía Hitler de él.
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