2016-04-23

Diario de una visita

Shalom Bombón

La cámara muestra su visión sobre el lugar, y a partir del relato cual bitácora de viaje, pasan imágenes y evidencias que intentan dar una explicación al conflicto desde una óptica irreverente y fuera de la puesta común. Así, por ejemplo, lee junto a un amigo un periódico, e intenta ver más allá de la linealidad de las cosas.Junto con sus compañeros de viaje, algo así como 30 personas, juega, se divierte, canta, baila y además reflexiona sobre la realidad, la qué a partir de su propia impresión se aleja de cualquier material que ella podría haber leído con anterioridad. Hay una escena interesante: con el micro rodean el muro que divide ambos territorios y el guía habla locuazmente con un discurso aprendido para ser interrumpido por uno de ellos exigiendo otro tipo de información. El guía se queda impávido, inmóvil, y desde ese momento, el diario toma más fuerza y también mucha más relevancia, porque dejando de lado los artificios que bien podrían ser parte del caso, la directora habla desde otro lugar.El clima festivo y casi de viaje de egresados impregna todo, y desde ahí lo lúdico abre el juego hacia una experiencia diferente que aprovecha todos los discursos y soportes disponibles para resignificarlos. La voz en off además agrega datos más allá que lo que se muestra, y en esa disparidad es en dónde también Shalom Bombón afirma su razón de ser, aunque la reiteración de algunos recursos y la inestabilidad de la imagen opaca el resultado total.Hacia el final, despidiendo ya el film, un nuevo quiebre en la línea argumental se dispara hacia otro lugar a partir de un juego entre chicas disfrazadas de soldados o con sus mallas y bikinis, que cantan y se animan a correr por los pasillos del hotel en el que estuvieron, sabiendo que en esa osadía y rompimiento de límites y censura, hay también una posición tomada. Porque luego de los días que pasaron rodeadas de jóvenes soldados, guías, docentes, oradores y demás, que quisieron acercarlas a una realidad desconocida para el grupo, el disfrute y transgresión termina ofreciendo otra mirada acerca de la realidad de la franja de Gaza, la que gracias a su interpretación, fue más allá de aquello que les contaron.
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