2015-09-03

La violencia del hombre común

Un monstruo de mil cabezas

Las víctimas son Sonia Bonet (Jana Raluy), su esposo e hijo, quienes sufren la falta de asistencia no proporcionada al hombre de familia enfermo de cáncer. Ante los reiterados dolores, Sonia busca junto a su hijo la atención de su doctor de cabecera. Ante la negativa de este, recurre a métodos desesperados para obtener su escucha. Desde la adolescente que atiende en la clínica hasta la accionista de la empresa, la película circula por cada personaje que pasa de víctima a victimario con velocidad e ingenio. El uruguayo radicado en México, Rodrigo Plá, genera una sensación de claustrofobia latente en este universo mercantilista que se aprovecha de la necesidad del otro. Para hacerlo, narra la película desde los diferentes puntos de vista del suceso. Recurso que obliga a tratar de entender a cada personaje además de ayudar a descubrir sus miserias y egoísmos. Pero también, para articular el film como si se tratara de un rompecabezas que va debelando su misterio con el correr de los sofocantes minutos. Mediante flashbacks se reiteran varios momentos para reordenar y argumentar los acontecimientos, que funcionan a base de construir una crítica sólida y contundente sobre las verdaderas víctimas de la violencia: el ciudadano común. Un film sólido y contundente que tras pasar por la 72 Mostra de Venecia, afirma el buen momento de su realizador que, como bien deja en claro, tiene mucho para decir.
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