2015-06-11

La poesía de la infelicidad

Leopardi, el Joven Fabuloso

En 1798 nace en Italia, Giacomo Leopardi (Elio Germano), quién vive en Recanati bajo la sombra y protección de su padre, el conde Monaldo, que lo tiene destinado a ser un erudito en las letras -pero bajo su protección- dedicado en el abastecimiento de una gran biblioteca, en la enorme casa del conde Manoldo, un centro donde convergen curas y personalidades religiosas dedicadas a la literatura. Rodeado de nobleza y el amor incondicional de sus hermanos, Giacomo desde muy joven demuestra ser un dotado de las letras. Logra aprender lenguas extranjeras con facilidad (como el hebreo) y sobre todo, se dedica a escribir poesía mientras desea librarse de su padre para tener una vida literaria reconocida por otros literatos. Sin embargo, desde muy pequeño sufre la enfermad de Pott: sus huesos se van deteriorando y perdiendo las formas originales. Los dolores son cada vez más intensos hasta el punto de no poder caminar. Poco a poco se va deformando, encorvando hasta utilizar un bastón y parecer un hombre de noventa años. Al ser un biopic lo más altivo es el argumento y cómo se nutre la puesta en escena. Atrae ver al poeta que sufre y como su poesía sufre con él. Al estilo de Beethoven, Mozart, Proust, todo dura la existencia de Giacomo Leopardi. Y es interesante como sigue adelante con su mirada sobre el sufrimiento del hombre frente a la decadente naturaleza y sus críticos lo relacionen con su enfermedad, pero él todo el tiempo defiende su poesía. No es venganza por lo que sufre, es la poesía sobre la infelicidad. Y sobre ello se sostiene la película, sobre cómo la fuerza oral y la palabra, es tan importante. Una película directa y hecha al detalle. Una fascinante experiencia que hace recordar al genio de Pier Paolo Pasolini en algunos detalles tales como el paso de la poesía a la imagen, y sobre todo el uso del espacio italiano que, mezclado con lo religioso y la fantasía, se vuelve participe de toda el alma de lo dicho. Estos espacios se vuelven tan importantes además porque componen el andar y la creación figurativa de Leopardi a quien le va creciendo una enorme joroba. Es en ese momento que la película del italiano Martore toma su propia identidad y logra despegarse de todos sus referentes para mostrar a Leopardi frente a una naturaleza que lo destruye al mismo tiempo que se autodestruye. Eso lo ve cuando logra escapar de sus aires de nobleza y viaja, en sus ganas de conocer otros lugares, pero descubre un mundo apocalíptico y a punto de desaparecer.
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