2014-11-29

Obra y pensamiento

Brascó

Ernesto Livon Grosman supo hacer de un personaje atractivo un documental atractivo. No siempre ocurre. Si la vida del retratado tiene aspectos muy singulares reflejados de forma elemental, el resultado se resiente. Aquí hay, por una parte, vemos a un intelectual capaz de sostener un discurso ameno, sagaz, al que se le da un lugar central pero en un marco estético bien definido. Y, a la vez, hay una compaginación de imágenes alusivas que no parecen elegidas aleatoriamente y generan una unidad.Brascó (2014) va de su autobiografía a la observación etnográfica, del anecdotario popular a la mirada histórica; siempre con el encanto de quienes han vivido observando y saben transmitir sus ideas. A medida que habla se sobreimprimen los trazos inigualables de sus creaciones, de modo que obra y pensamiento se funden en un mismo plano. En poco menos de una hora, su voz nos llevará desde su infancia en la Patagonia, hasta los tumultuosos cambios que vivió el ámbito cultural argentino con el advenimiento de la dictadura. En el medio, una cantidad de anécdotas sobre Xul Solar, Ariel Ramínez, Ernesto Sábato, Rodolfo Walsh, Juan Carlos Onetti, y –por supuesto- Quino y Landrú, quienes “estimularon su fascinación por el dibujo”.Este trabajo será especialmente disfrutado por quienes apreciaron su obra, pero por las propias características de Brascó, también será del interés de todo aquel que guste reflexionar sobre la dialéctica entre historia y arte. Son especialmente atractivos los comentarios sobre el paisaje en la poética de Juan L. Ortiz, y la convivencia entre brillantes intelectuales de su época; testimonio de un país cuyas condiciones culturales se han ido transformando.
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