2013-07-02

Netflix

Crítica de "Mi villano favorito 2": Un papá genial

La transformación es evidente desde el principio, con su laboratorio ahora dedicado a la fabricación de mermelada en lugar de maquinaciones malévolas como en la primera entrega, donde incluso llegó a robar la luna. Sin embargo, su nueva vida da un vuelco cuando la Liga Anti Villanos lo contrata como espía en un shopping, donde conocerá el amor con la agente Lucy (voz original de Kristen Wiig).

A diferencia de la primera película, donde la novedad radicaba en el desdibujamiento del papel de Gru como villano, en esta secuela el personaje parece más mundano y predecible, alejándose de la esencia de un verdadero villano de Disney. Sin embargo, los otros personajes destacan por su originalidad y carisma. El Macho, por ejemplo, es una caricatura acertada del paradigma latino, mientras que el Dr. Nefario (voz original de Russell Brand) combina elementos de Alfred de Bruce Wayne con el Dr. Strangelove.

Los minions, las adorables criaturas que ayudan a Gru, se destacan de manera independiente dentro de la película, recordando la versatilidad de los Oompa Loompas de Tim Burton y los movimientos expresivos de los marcianos de Toy Story. Su humor casi mudo, simple en forma pero complejo en expresión, sigue la tradición clásica del slapstick y es tan importante que define tanto el bando bueno como el malo, siendo incluidos en los planes de dominación mundial del villano de la película.

Mi villano favorito 2 logra hacer reír simultáneamente a varias generaciones con momentos de brillante surrealismo, como cuando El Macho se arroja a un volcán en erupción vestido con dinamita y montando un tiburón en un acto supremo de virilidad. Con su protagonismo apto para todo público y la combinación de humor y acción, la película supera la difícil tarea de entretener a un público diverso, dejando una marca duradera en el universo de la animación.

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