2010-03-02

Crítica de "Alicia en el país de las maravillas" El mundo según Tim Burton

En esta versión, Alicia, ya con 20 años, es llevada engañada a su propia fiesta de compromiso en la Inglaterra de la segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo, se encuentra con una presencia inesperada, ya sea real o alucinatoria, que la hace caer por un pozo hacia un mundo ilusorio. Este mundo está habitado por animales y plantas parlantes, y está marcado por la lucha por el poder entre dos reinas hermanas y una serie de personajes atípicos y bizarros.

Es un relato de ensoñación que Alicia debe atravesar, comprendiendo que solo se trata de un sueño mágico en un mundo que carece de verdadera maravilla. Burton tiñe esta travesía de oscuridad, con una puesta en escena característicamente sombría pero enriquecida con diálogos irónicos y mordaces. Estos diálogos, aunque a veces contradictorios con la naturaleza onírica del cuento, son hábilmente integrados por el genial director para sorprender incluso al espectador más atento.

La búsqueda estética de Burton se refleja en la perfección de la dirección de arte, que crea un mundo maravilloso pero tenebroso, poblado por personajes góticos y contemporáneos. Temas como la lucha entre el bien y el mal, la ambición desmedida, la locura como vía de escape, la convicción en alcanzar lo imposible y la ruptura de mandatos sociales y familiares son explorados a lo largo de la película.

Helena Bonham Carter brilla como la Reina Roja, un personaje malvado y cómico que oscila entre el odio y la clemencia. Johnny Depp y Anne Hathaway no desentonan en sus papeles como el Sombrerero Loco y la Reina Blanca, respectivamente, aunque no logran crear interpretaciones memorables.

Destaca el debut de Mia Wasikowska como Alicia, cuya actuación mental y visceral la posiciona como una promesa de la nueva generación de actrices. Alicia en el País de las Maravillas se convierte, gracias a una brillante campaña de marketing, en uno de los estrenos más esperados del año, mostrando un mundo que carece de verdadera maravilla, pero que invita a los espectadores atentos a sumergirse en una historia donde no todo reside en lo visual.

Es la conjugación perfecta de todos los elementos cinematográficos lo que hace de esta película una obra mágica que resonará en nuestros corazones para siempre.

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