2009-12-03

El Folclore del Fútbol

Rudo y Cursi

“Abre el ojo y guarda tus pensamientos puros”, le dice Sarah a Jeremías hacia el final del relato. Bien podría ser la frase que la propia realizadora tuvo en cuenta para materializar el mundo plagado de vicios e inocencias perdidas que ambienta su película. Ni bien el niño sale de la casa de sus padres adoptivos inicia un descenso a los infiernos auspiciado por el maltrato de la propia madre (más sus respectivos amantes) y abuelos, quienes lo “rescatan” en determinado momento para introducirlo a la perversión del fanatismo religioso.
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