Batalla en el Cielo

Marcos y su mujer secuestran a su sobrino, un bebé de apenas unos meses que por un error muere. A partir de este desencadenante el film hará foco en el abismo en el que caerá cada uno de los personajes involucrados de manera directa o indirecta con el episodio, pero siendo este un hecho fortuito para mostrarnos el descenso a los infiernos de la condición humana. La cámara de Reygadas funciona como un ojo voyeur mostrándonos desde anodinos paisajes mexicanos hasta escenas de sexo explicitas cargadas de una fealdad muy pocas veces en el cine, pero a su vez y contradictoriamente, de una veracidad elocuente plasmada de una rigurosidad milimétrica. Construida desde la perspectiva de los personajes, son ellos quienes juegan el rol principal de una trama cargada de tiempos muertos, de esos en los que no sucede nada, pero que por dentro uno sabe que está pasando la vida. Personajes triviales, sumisos, torpes dotados de una infelicidad añeja someten al film de una frialdad incesante y hasta molesta. La opacidad en el uso de la fotografía le da a Batalla en el cielo un elemento más para mostrar lo lúgubre y oscuro, no solo de los personajes sino también del México y la sociedad que Carlos Reygadas trata de reflejar en el film. El sexo y la violencia son conjugados de manera magistral por uno de los directores latinoamericanos más osados y revolucionarios del nuevo milenio. Una película que a pesar del tiempo no ha envejecido y cuya vigencia persistirá a través de los años. Una joya de la cinematografía mundial que solo podrá ser vista en formato digital.