Crítica de "Las mil y una Lemos", un viaje íntimo a través de la vida de Willy Lemos

Las mil y una Lemos se presenta de manera casera e intimista, proporcionando una visión única y auténtica de la vida de Lemos. Desde su niñez hasta su recorrido artístico, el espectador es guiado a través de un viaje emocional que destaca la valentía de este artista al enfrentar sus propios demonios, en particular, los abusos intrafamiliares que marcaban su infancia.

Willy Lemos, quien se considera a sí mismo un "obrero del arte", se erige como un pionero del transformismo, y esta película no solo documenta su trayectoria artística, sino que también arroja luz sobre su resistencia ante los estereotipos de género impuestos. La decisión de no conformarse a los estándares establecidos le costó enfrentar desafíos significativos, pero también le permitió trascender las barreras que limitaban su expresión artística.

Uno de los aspectos más impactantes del documental es la franqueza con la que Lemos aborda los abusos de su infancia. En un acto de valentía, decide compartir su experiencia en el seno de una familia rica, brindando una perspectiva conmovedora y, al mismo tiempo, crítica sobre las relaciones familiares y las cicatrices que dejan los abusos.

La narración no solo se centra en el pasado, sino que también abarca su presente, incorporando su enfrentamiento contra una enfermedad diagnosticada durante la pandemia del Covid-19. Este enfoque añade una capa adicional de vulnerabilidad a la historia, mostrando la resiliencia del artista frente a las adversidades más recientes.

Las mil y una Lemos es más que un simple recuento biográfico; es una película que invita a la reflexión sobre la diversidad, la autenticidad y la superación personal. Parel logra capturar la esencia íntima de la vida de Willy Lemos, ofreciendo una ventana hacia la complejidad del ser humano detrás del artista.