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Mejor imagen y experiencia de usuario: así es la nueva oferta de ocio actual
La gran mayoría de la oferta actual de entretenimiento digital entra por los ojos de los usuarios. Y es que los contenidos audiovisuales de hoy en día, ya sean producciones cinematográficas o videojuegos de todo tipo, poco tienen que ver con los de antaño. Por un lado, la calidad gráfica que presentan ha mejorado mucho con el paso del tiempo y la evolución de la tecnología. Por otro, algo parecido sucede con la experiencia de la persona consumidora, un aspecto en el que se ha hecho hincapié, sobre todo, en el campo del juego en línea.
El cine y sus últimas novedades
El cine, una de las opciones de ocio que siguen gozando de gran popularidad y una industria más que consolidada, es ejemplo de las muchas novedades que se presentan en forma de contenido a sus espectadores. Si hablamos de calidad gráfica es inevitable no vincularlo a la resolución de la imagen de las producciones. Cuantos más píxeles presenta una imagen, con mayor nitidez se contempla. El estándar en el momento de emitir es de 1080p, pero en el momento de grabar, las nuevas cámaras lo hacen en 4K como mínimo, alcanzando una resolución de alta calidad de 4.000 píxeles como mínimo.
Pero no todo es poner una cámara y registrar una acción. Hoy en día la tecnología tanto en producción como en postproducción tiene un enorme peso en el producto final. Un caso evidente de ello es la evolución de los efectos especiales, donde los actuales nada tienen que ver con los que se iniciaron en la década de 1920. Sin ir más lejos, el uso del croma o de la tan usada técnica de animación stop motion, que ya no son exclusivos del séptimo arte y han dado el salto a producciones televisivas de todo tipo, son considerados como aplicaciones recurrentes en el momento de grabar.
Desde hace menos de una década, la inteligencia artificial ha entrado de lleno en la industria de la gran pantalla. Más allá de su criticada aplicación en la creación de guiones o de traducciones, ya se deja ver en el contenido de forma evidente. Hay producciones, de momento de la categoría del cortometraje, que han sido elaboradas únicamente a través de estas técnicas digitales. A su vez, también cabe destacar métodos como el deepfake, un contenido generado que imita la apariencia o sonido de una persona y que se usó, por ejemplo, con Harrison Ford para rejuvenecerlo en la última entrega de Indiana Jones.
Relacionado con el contenido, aunque poniendo el foco ligeramente por encima de la manera en la que llegar al espectador, cabe mencionar el cine en tres dimensiones y la realidad virtual. El primero cumple cien años de su aparición y, aunque está presente en muchas salas, todavía no está totalmente consolidado entre el gran público. El segundo, por diferentes motivos como el costo de las producciones o la falta de costumbre de la audiencia, no presenta grandes producciones diseñadas y creadas de manera exclusiva para esta vía de consumo. A pesar de ello, se augura que puede ser una forma de consumo de futuro habitual.
El juego pone el foco en el usuario
No todas las novedades en cuanto a calidad de contenido y experiencia de los usuarios están relacionadas con el cine. En los últimos años, nos hemos encontrado que el sector del juego ha hecho un gran esfuerzo para estar alineado con la tecnología actual y presentar productos que nada tienen que envidiar a películas o series con millones de inversión detrás. Ya sea a través del dispositivo móvil, de la videoconsola o de la computadora, hoy en día nos podemos encontrar con producciones que no tienen nada que ver con los inicios de este sector.
Incluso actividades con gran longevidad como son los juegos de tragamonedas y su oferta presente online presentan cambios respecto a hace algunos años. Un caso evidente a simple vista es cómo los contenidos se han adaptado a las demandas actuales, apostando por las animaciones y la originalidad, acompañadas en muchas ocasiones de música ambiental para integrar de forma total al jugador en la actividad. En la misma línea se puede observar cómo se ha ampliado la posibilidad de juego, con más tipos de partidas y temáticas y, en consecuencia, mayores opciones de premio.
Los títulos para videoconsola son otro de los ejemplos más completos para entender el avance de este sector de la mano de la tecnología. Más allá de la oferta y la calidad gráfica, infinitamente mejor que en sus inicios hace tres décadas, en los últimos lustros la experiencia que proponen a los jugadores ha ido un paso más allá, fomentando la interactividad y la comunicación entre los participantes. Esto se puede ver en las partidas multijugador cooperativas a través de internet como las que proponen juegos tan practicados como League of Legends o Dota 2.
Y es que este método de hacer partícipe al usuario de la actividad también ha llegado a los celulares. Entre las miles de opciones de oferta que se presentan en los catálogos de aplicaciones de juegos, en los tiempos actuales tienen mucho peso aquellas que permiten la conexión con otros dispositivos a través de internet y proponen partidas en vivo, además de presentar una calidad en los contenidos que nada tiene que envidiar a otro tipo de oferta audiovisual. ¿A quién no le suena PUBG o Clash of Clans, dos de los títulos referencia de batalla real y estrategia respectivamente?
Como se puede observar, el entretenimiento del presente no solamente pasa por la mejora de los contenidos visuales, como ya se puede ver en ámbitos como el cine o los videojuegos. Cada vez se hace más hincapié en la experiencia de los espectadores y jugadores, tratando de seducirles e integrándoles de un modo más completo en la actividad en cuestión. Para ello, se necesita la tecnología más puntera, desde aquella que propone partidas cooperativas entre internautas hasta las gafas de realidad virtual para experimentar con la inmersión total del espectador. Un futuro cambiante y apasionante a partes iguales.